Presidentes dominicanos no siguen modelo República al que aspiró Duarte

Presidentes dominicanos no siguen modelo República al que aspiró Duarte

Presidentes dominicanos no siguen modelo República al que aspiró Duarte. Al arribar este 27 de febrero al 178 de aniversario de la vida republicana en el país, de los que 147 se han vivido en democracia –o al menos, en un intento de esta-, y dejando de lado los 31 años de la “Dictadura Trujillista”, es lógico pensar que de los 66 presidentes que ha tenido la nación, 65 mandatarios hayan emulado la visión de los padres de la patria Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez.

Sin embargo, este pensamiento dista mucho de lo que dice la historia dominicana y las acciones de los presidentes de la nación, quienes –según algunos historiadores- se han distanciado del modelo de República que ideó Duarte cuando se encontraba en Europa, específicamente en, Barcelona, España, influenciado por los movimientos de los Carbonarios, sociedades secretas establecidas principalmente en Italia, que luchaban contra Joaquín Murat por una constitución liberal y la “Efervescencia revolucionaria” en Europa y América que desde 1809 veía a Simón Bolívar luchando por la libertad de los países suramericanos.

Luis Abinader
Presidentes dominicanos no siguen modelo República al que aspiró Duarte.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre el Duarte que ideó a la República Dominicana y los gobernantes posteriores a su lucha? Para el historiador, poeta, escritor y ensayista, Juan Colón, la gran diferencia radica precisamente en que Juan Pablo Duarte rechazó ser proclamado presidente de la naciente República porque entendió que esto iba contrario a los principios en los que fue fundada, es decir, aquellos que otorgaban al pueblo soberano el poder de decidir por votación popular quien sería su gobernante y prefirió que se celebraran elecciones generales para decidir quién sería el primer presidente del país, por lo que el general Pedro Santana resultó electo como el primer mandatario de esta parte de la isla.

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Esta decisión sería cuestionada por las futuras generaciones que en su momento no entendieron del todo la visión del patricio.

Para Colón, si se analiza el comportamiento de los gobernantes dominicanos, estos se han comportado a lo largo de la historia nacional como mandatarios y no como estadistas, es decir, que se alejaron de la visión de los trinitarios que apostaban a la continuidad de la política de Estado, el respeto a la institucionalidad sobre todo a la Constitución como modelo sociopolítico.

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Juan Colón, historiador, poeta, ensayista y escritor.

El historiador, sentencia que en la “Corta vida republicana” del país, la constitución ha sido modificada en 39 ocasiones de las que 37 han sido para acomodar al mandatario de turno y que este pueda optar por mantenerse en el poder.

Tal cantidad de modificaciones a la carta magna de la República Dominicana sería la que llevaría a declarar al ex presidente, Joaquín Balaguer Ricardo, que la Constitución era solo un “Pedazo de papel” según Colón.

A esta actitud podrían sumarse las ocasiones no solo del expresidente Joaquín Balaguer, quien gobernó el país durante 12 años, repitiendo varias veces, sino también las de los exmandatarios Hipólito Mejía que intentó reelegirse, pero no lo logró en parte por la crisis económica en la que se sumió el país tras su primer mandato; Leonel Fernández quién gobernó el país en tres ocasiones en diferentes periodos presidenciales y aún intenta hacerse con el poder, esta vez con un nuevo partido político.

Asimismo, se incluye en este grupo el más reciente expresidente, Danilo Medina, quien se reeligió en una ocasión lo que lo mantuvo en el poder durante 8 años y trató de permanecer al menos por cuatro años más, lo que no fue posible.

Leonel Fernandez
Leonel Fernández.

Otra similitud entre los gobernantes posteriores a Duarte es que estos se han caracterizado por la falta de continuidad en los proyectos de Estado iniciados por sus antecesores, sin importar que estos hayan sido de un mismo partido político o no, salvo por los contratos firmados con empresas internacionales que comprometen al país más allá de un periodo presidencial, incluso hasta dos o tres, para la construcción de «Mega obras»

Colón también critica que en la República Dominicana –aun siendo signataria de acuerdos internacionales cuyas prerrogativas mandan a que se cumplan los compromisos- en la actualidad aún se luche contra la eliminación de la pobreza extrema, altos niveles de desempleo, la reducción del hambre, entre otras problemáticas sociales.

Soberanía Nacional en riesgo

Asimismo, indica que otra de las acciones contrarias a los ideales de Duarte, Sánchez y Mella, además de los otros trinitarios, es el riesgo de perder la soberanía nacional que desde los tiempos de la primera República se ha visto “Empeñada” por los mandatarios de turno.

Desde el primer presidente que tuvo el país (Pedro Santana), quien trató de desconocer las acciones de los trinitarios anexando la novel República a España nuevamente en 1861 por motivos económicos y ambiciones de poder personales del gobernante.

Mes de la patria dominicana
Pedro Santana.

Otro ejemplo es el de Buenaventura Báez, quien entre los años 1868 a 1873 también intentó arrendar y vender posteriormente la Bahía de Samaná a una potencia extranjera, en este caso, Estados Unidos. Báez quiso ceder este territorio por un millón de pesos dominicanos y otros 100 mil en armamento.

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Además, el historiador Juan Colón, revela que el 29 de noviembre de 1868, se firmó un tratado entre la República Dominicana y los Estados Unidos que convertía a la nación criolla en otra dependencia de la potencia extranjera por un pago de 100 mil dólares en efectivo y otros 50 mil pesos dominicanos en armamento, trato que no prosperó porque el Senado norteamericano no logró ponerse de acuerdo para aprobar la transacción quedando la votación empate a 28 votos cuando se necesitaba las dos terceras partes para que se aprobara el negocio. Colón asegura que el entonces senador Charles Summer fue la voz principal de la oposición a este trato.

Asimismo, Ulises Hereaux (Lilis), también buscó la protección de los Estados Unidos tratando de arrendar también la Bahía de Samaná, un territorio estratégico por su ubicación geográfica, y del que se dice que la potencia extranjera quería para instalar bases militares y depósitos de armamento para una posible guerra.

Lilis volvió a poner en juego la soberanía nacional cuando negoció los empréstitos con los Estados Unidos y cedió el control de las Aduanas Dominicanas, además, esa nación compró una deuda que tenía el país con Alemania, lo que según Colón sentó las bases para la primera intervención norteamericana a Quisqueya en 1916.

Pero, el riesgo de la soberanía nacional se ha mantenido en tiempos modernos, ya que según historiadores y economistas los gobiernos han tenido que ceder antes un sinnúmero de situaciones que afectan directamente la independencia del pueblo dominicano para no afectar relaciones internacionales con naciones que siguen otorgando financiamientos a República Dominicana en la actualidad.

En ese sentido, uno de los casos citados por los expertos es el tema de la migración ilegal haitiana cuyo manejo ha sido afectado por la imposición de posturas por la comunidad internacional que pretende que al República Dominicana asuma a la nación vecina y su profunda crisis social ejerciendo presión financiera sobre el país.

Sobre el muro fronterizo

No obstante, y pese a las decisiones tomadas por las autoridades actuales, el historiador asegura que la visión de los padres de la patria sobre cómo debe ser manejada la situación haitiana dista mucho de lo que han hecho y ejecutan actualmente los gobernantes.

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Colón insiste en que la solución de Duarte no sería la construcción de un muro fronterizo como ha propuesto e iniciado el Gobierno, sino que, esta debe partir de una política migratoria más efectiva y la eliminación de la corrupción en los controles fronterizos entre ambos países.

Indica que los padres de la patria “Habrían sido más creativos” y debido al hecho de que no hay posibilidades de que la nación haitiana invada a República Dominicana no hubieran destinado tantos fondos en una alternativa que no resolverá el problema y lo que hace es dar razones al mundo para que vea en la nación criolla una especie de “Apartheid” o sistema de segregación racial.

En cuanto a los méritos de cada uno de los padres de la patria, una discusión que se ha dado por mucho tiempo en la sociedad dominicana, Juan Colón invita a la ciudadanía a ver la lucha trinitaria como una causa integral partiendo desde la perspectiva teórica esencial para cada proyecto de esa índole, pasando por la valentía, arrojo y conformación de Francisco del Rosario Sánchez hasta llegar a la estrategia militar de Ramón Matías Mella, tácticas que fueron emuladas por el propio Máximo Gómez.

Este 2022 también se cumplen 200 años de la primera invasión militar haitiana, con una ocupación que se prolongó por 22 años, y en la que el pueblo dominicano sufrió de una férrea imposición de la cultura extranjera cuyos representantes trataron de despojar a los dominicanos de su identidad cultural y su idiosincrasia.

La historia sociopolítica dominicana ha estado llena de intentos de ocupación, intervenciones e intentos de tomar el control del poder de distintas formas. Este pueblo ha hecho frente a invasiones, dictaduras, presiones e imposiciones de todo tipo lo que deja claro que pese a que los mandatarios que han gobernado el país, tal vez, pudieron haber olvidado el ideal de Duarte, Sánchez, Mella, los trinitarios, Luperón y Caamaño, pero en el ideario colectivo del pueblo sigue viva la visión de Estado plasmada por los padres de la patria en los corazones de los hijos de esta tierra que preferirá morir, pero sierva de nuevo ¡Jamás!