Reunión. Alianza para el Desarrollo en Democracia
El presidente Luis Abinader y sus homólogos de Costa Rica y Panamá propusieron a la comunidad internacional el desarme y pacificación de la población de Haití y fortalecer la seguridad en ese país, y plantearon la urgencia de buscar una solución integral al flujo migratorio irregular.
Externaron su profunda preocupación por la crítica situación y el deterioro de los derechos humanos en Nicaragua.
El mandatario dominicano y sus homólogos Laurentino Cortizo Cohen, de Panamá, y Carlos Alvarado Quezada, de Costa Rica, trataron esos temas ayer en una declaración conjunta tras la reunión de la Alianza para el Desarrollo en Democracia, en la ciudad de Panamá.
Propusieron acciones urgentes en Haití para lograr el desarme y pacificar a la población, crear empleos, recuperar las cuencas hidrográficas y fortalecer la seguridad, como preámbulo para que se celebren elecciones libres.
También la ejecución de un plan integral para el desarrollo y construcción de infraestructura pública que genere empleos masivos y mejore la calidad de vida de la población haitiana.
Otra propuesta fue el financiamiento de un programa comunitario para recuperar las cuencas, reforestar y restaurar los ecosistemas, programa que estiman ayudará a crear empleos competitivos.
Exhortan a la comunidad internacional a presentar un plan de desarrollo integral y sostenible para Haití con el apoyo de la CEPAL y el PNUD, entre otras organizaciones.
“Declaramos nuestra intención de profundizar esta alianza como una instancia que, a través del diálogo político, la cooperación y el comercio, busca promover el desarrollo sostenible, verde resiliente e inclusivo de nuestros países, sobre la base de nuestro compromiso con el Estado de derecho, la democracia y el respeto y promoción de los derechos humanos y la libertad de expresión, los cuales continuaremos defendiendo”, señala la declaración conjunta de los mandatarios.
En cuanto a Nicaragua, externan su profunda preocupación ante la crítica situación y el deterioro de los derechos humanos en esa nación centroamericana.
“Coincidimos en que el desarrollo electoral, al día de hoy, no reúne las garantías para elecciones libres, justas, inclusivas y transparentes”, señala el documento y agrega que ese ambiente erosiona la credibilidad y la confianza en el proceso programado para el 7 de noviembre próximo.
Plantearon que en la región se deben redoblar los esfuerzos conjuntos para eliminar las amenazas a la democracia y al Estado de derecho, para consolidar la democracia y fortalecer las instituciones con gobiernos electos por sufragio universal, libre y secreto y del respeto a los derechos humanos, acorde al Protocolo de Tegucigalpa.
Otro de los temas tratados fue el cambio climático, sobre el cual manifestaron que consciente de la vulnerabilidad frente a los grandes desafíos que este representa, junto a la contaminación y de la pérdida de la biodiversidad, seguirán promoviendo y ejecutando políticas ambientales que permitan el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones y el pleno disfrute de los derechos humanos.
Sobre los flujos migratorios crecientes y sin precedentes, afirmaron que “nuestros países no pueden enfrentar este desafío de manera aislada, salvaguardando los derechos humanos de las personas migrantes”. Reiteraron la urgencia de su abordaje inmediato, bajo un enfoque integral y con la responsabilidad compartida.