Pruebas de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 en las que participaron medio millón de personas confirmaron que es muy efectiva en la prevención de contagios graves y de muertes, incluso después de la primera dosis.
Los resultados de una campaña de vacunaciones masivas en Israel avalan los de otros estudios menores, también cuando se le da un uso generalizado, entre personas de distintas edades y condiciones de salud.
La vacuna tiene una efectividad del 92% en la prevención de contagios graves después de dos dosis y del 62% después de una. Se calcula que su efectividad en la prevención de muertes es del 72% entre dos y tres semanas después de la primera inyección, lo que hace pensar que con el correr del tiempo aumentará la inmunidad.
Parece ser tan efectiva en las personas mayores de 70 año como en los jóvenes.
“Esto es muy tranquilizador. Mejor de lo que pensábamos”, expresó el director de la Clínica Mayo Gregory Poland.
El doctor Buddy Creech, de la Universidad de Vanderbilt, estuvo de acuerdo. “Incluso después de la primera dosis notamos una gran efectividad en la prevención de muertes”, comentó.
Ninguno de los dos especialistas participó en el estudio de Israel, pero ambos han estado involucrados en otros trabajos sobre el coronavirus.
Ambos dijeron que los nuevos resultados pueden hacer que se demore la segunda dosis, como ya está ensayando el Reino Unido, o que se dé una sola dosis en lugar de dos a las personas que ya tuvieron el COVID-19, como hacen los franceses, para poder vacunar más gente, tomando en cuenta que por ahora no hay suficientes vacunas.
“Prefiero ver 100 millones de personas con una dosis en lugar de 50 millones con dos”, dijo Creech. “Es muy alentador lo que se ve con una dosis” en el estudio israelí, que fue publicado el miércoles por el New England Journal of Medicine.
En la mayoría de los países se dan dos dosis, separadas por tres semanas, de la vacuna, producida por Pfizer y el laboratorio alemán BioNTech.
El estudio estuvo dirigido por científicos del Instituto de Investigaciones Clalit y de la Universidad Ben Gurion de Negev en Israel, y de la Universidad de Harvard en Estados Unidos. No se consideró qué tan segura es la vacuna, solo su efectividad, pero otros estudios previos no revelaron problemas en ese terreno.
Los investigadores compararon casi 600.000 personas de 16 años para arriba, que se vacunaron en diciembre o enero, con una cantidad similar de personas de edades, sexo y salud similares que no habían sido vacunados. Ninguno de los participantes había tenido resultados positivos en el pasado.