El Restaurante Karbón y Leña, ubicado en un centro comercial del Distrito Nacional, fue cerrado por el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) por operar en condiciones de insalubridad, falta de seguridad y calidad establecidas para los productos ofertados a los consumidores.
El restaurante se suma al total de cuatro establecimientos que se cierran en dos semanas. La entidad informó que en el mes de mayo hizo una inspección a Karbón y Leña comprobando una serie de situaciones no aptas para el expendio de comida, por lo que fueron notificados.
Posteriormente, en las labores de seguimiento se procedió al cierre inmediato del restaurante cuando el cuerpo de inspectores de Pro Consumidor detectó condiciones graves de sanidad.
Dentro de los hallazgos encontrados figuran: presencia de cucarachas, no cuentan con un programa escrito de control de plagas, falta de prácticas higiénicas según las buenas prácticas de manufactura establecidas, condiciones antihigiénicas, así como falta de organización y buena conservación de los alimentos.
Además de ventilación inadecuada, falta de un sistema e instalaciones de desagüe y eliminación adecuada, de utensilios suficientes para la higiene y aseo general, sin las medidas necesarias para prevenir la contaminación cruzada y personal con indumentaria inapropiada.
El organismo informó que hasta que no se corrijan las condiciones de higiene y calidad de las instalaciones del Restaurante Karbón y Leña, como garantía de que las mismas no presenten riegos a la salud del consumidor, no podrán reinsertarse en sus operaciones habituales.
Anina Del Castillo, titular de la entidad, declaró que Pro Consumidor seguirá en este proceso de verificación de comercios, más si son los destinados al expendio de alimentos para que cumplan con las normas establecidas en la Ley 358-05 que busca proteger la seguridad en el consumo.
Llamó a los proveedores a cumplir con todas las normas de sanidad, seguridad y calidad y a cuidar que las condiciones en las que desarrollan su actividad comercial sean compatibles y adecuadas para garantizar que los servicios ofrecidos en el mercado no representen riesgo a la salud.