Desde que Xi Jinping asumió el liderazgo de Chinaha sido consistente con promover un mundo de “comunidad global de futuro compartido”: presentó el Programa de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda; lanzó las Iniciativas para el Desarrollo Global, la Seguridad Global y para una Civilización Global, todas altamente valoradas por la mayor parte de la comunidad mundial pero ignoradas, de oficio, por el liderazgo de naciones caracterizadas como avanzadas.
Para estos, les es suficiente saber que provienen de China para, cual nueva mortal pandemia, aislarse de las mismas, subestimarlas sin estudiarlas y visualizarlas como amenaza existencial, cuando el verdadero peligro es quedarse al margen de la rueda inexorable de la historia. Las tendencias mundiales objetivas actuales son consecuencia de la comprensión, cada día más universal, de la urgencia de forjar un desarrollo sostenible de la civilización humana. Las Iniciativas chinas buscan contribuir a una plataforma global en que todos participen responsablemente sin supremacía alguna. El Libro Blanco sobre estos temas llama a que todos se esfuercen “por construir un mundo abierto, inclusivo, limpio y hermoso que disfrute de una paz duradera, una seguridad universal y una prosperidad común…”.
China reclama una visión objetiva de un mundo en “llamas”, que sea capaz de superar miedos y pesadillas, que dejen de verse fantasmas por doquier y todos se enrumben por caminos con un mismo destino. China, por voz de su máximo dirigente, convoca a la cooperación, la negociación y entendimiento sinceros. Finánciese el fin de la pobreza y el hambre planetaria, verdadera fortaleza para evitar guerras. Téngase el coraje de dar espacio a la paz ineludible en un escenario de ganar – ganar que se desprende de las propuestas de Xi Jinping. Enriquézcanlas si tienen ideas positivas para avanzar, pero déjese de guerrear y provocar tensiones y contribúyase a construir un mundo mejor y más seguro para todos, absolutamente para todos.
En las Iniciativas de Seguridad y Civilización Globales, esbozadas por Xi Jinping, no hay nada que aparte a ningún poder como tampoco nada que dé supremacías ni imponga modelo alguno. Hay soluciones que requieren la participación de todos para destrabar el desarrollo global y forjar esperanzas y oportunidades para la humanidad. Redúzcanse los gastos para matar y auméntense los que evitarían más muertes por hambrunas, marginaciones y emigraciones de socorro. Desafíos globales reclaman respuestas globales.