Aunque estén financiadas por trasmano para provocar todo ese alboroto, como reveló al vespertino El Nacional una fuente de la Procuraduría vinculada a las investigaciones, las protestas que se realizan en Bayahíbe por el apresamiento de su Director Municipal, al que el Ministerio Público implica en la red criminal responsable del alijo de 9.8 toneladas de cocaína decomisado en el puerto Multimodal Caucedo, lo cierto es que esa actitud no sorprende ni espanta a los que vimos cómo las víctimas de sus engaños convirtieron en un héroe local al célebre Mantequilla en Monte Plata, y lo mismo puede decirse del hecho de que en Cambita Garabitos, en la provincia San Cristóbal, todavía mucha gente considera un “protector” de los pobres al microtraficante Kiko La Quema.

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Lo que simplemente quiere decir que no es solo el clientelismo alentado por los políticos el responsable de que estemos presenciando las bochornosas protestas que se realizan en Bayahíbe, que han llegado al extremo de colocar a media asta la bandera municipal y suspender los servicios turísticos que se ofrecen a sus visitantes, una irracionalidad que por suerte no durará mucho porque de eso precisamente es que vive la mayoría de los que defienden con tanta vehemencia la inocencia y la integridad de Enriquillo Luis Brito.

¿Cómo es que en una comunidad tan pequeña no llamó la atención, con las consecuentes interrogantes, la riqueza que exhibía su Director Municipal, a quien las autoridades dicen haberle ocupado mas de veinte millones de pesos en efectivo? ¿Nadie se preguntó de dónde sacaba el dinero para comprar los vehiculos de alta gama en los que se paseaba por sus calles?

Todo indica, a medida que van saliendo a la luz detalles de sus exitosas mudanzas partidarias, que la alianza perversa entre política y narcotráfico alcanzó su máxima expresión en Bayahíbe, pero como evidencian esas protestas nos hemos dado cuenta demasiado tarde y el daño ya está hecho.