El reconocido psiquiatra José Miguel Gómez aseguró que Miguel de la Cruz, confeso asesino del ministro de Medio ambiente y Recursos Naturales Orlando Jorge Mera, no era amigo de la víctima, aunque el malogrado funcionario lo creyera y asimilara como tal.
Gómez dijo que la relación que existía entre la víctima y el victimario, es lo que en psicología social se llama “amigo del alto riesgo, o amigos altamente riesgosos”.
El facultativo definió la relación de amistad de alto riesgo, cuando se establece una relación con alguien que puede representar un riesgo en lo físico, moral, ético, social, familiar y en lo laboral.
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11 y TV Quisqueya para los Estados Unidos, el profesional de la salud mental explicó que ese tipo de relación hace a la persona que tiene esa clase de amistad, vulnerable a ese riesgo.
Agregó que “cuando se tiene una relación con una gente de alta peligrosidad, dañada, parte de las consecuencias de los comportamientos psicosociales y de las transgresiones que hace, parte de esas consecuencias “te tocan a ti”.
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“Porque lo tiene al lado, porque te influye, porque te establece una relación de alto riesgo, y donde esa persona de carácter explosivo, que tiene tendencias a conductas inadecuadas, a comportamientos riesgosos, entonces establece una relación complementaria con alguien pasivo, armonioso, afectivo, respetuoso, medible”, detalló el reputado galeno.
Agregó que siempre en esa relación, esas transgresiones y esos riesgos va creciendo, porque siempre que se tiene una relación social, laboral y hasta de pareja, con una persona de alto riesgo, y que te hace vulnerable, hay que aprender a poner límites, a decir que no, excluir, y por último establecer lo que se llama distanciamiento emocional positivo.
“Voy a empezar por decir, que no era un amigo, se había construido una relación donde para Orlando, quizás, entendía y creía que era su amigo, pero en psicología socia a eso se le llaman amigo de alto riesgo, lo que le llaman amigos altamente riesgosos”, insistió el doctor Gómez.
Sostuvo que era un amigo de alto riesgo porque una amistad implica, “no me dañe, no te daño, quien te quiere te protege, quien te cuidas te quiere, entonces si tú eres mi amigo y hace cosas indelicadas, que no están bien, que no son correcta, y me quiere forjar, presionar o influenciar hacerlo, entonces no eres mi amigo”.
“Ni me cuida mi familia, ni me cuida mi nombre, ni me cuida mi historia, entonces a los amigos de alto riesgos, de alta peligrosidad, en términos psicosociales hay que excluirlos”, ratificó.
Dijo que cuando Miguel Cruz había adoptado actitudes violentas, según testimonios de funcionarios y empleados de Medio ambiente, y recogidos en la solicitud de medida de coerción del Ministerio Público, estableciendo que había transgresiones y conductas inadecuadas de transgredir normas establecidas, se debió activar todas las alarmas para establecer un distanciamiento emocional.
Definió el asesinato de Orlando Jorge Mera perpetrado por Miguel Cruz como un crimen organizado con alevosía y planificación, donde no fue que se le metió el diablo en ese momento, que estructuró sus planes con mucho tiempo, y comenzó activar un sistema de creencia distorsionado o limitado, y prejuiciado, a tal punto que sus pensamientos configuraron su comportamiento.
“Normalmente cuando una persona hace ese comportamiento, luego de alguien que lo tenía como amigo, y no hay confusión, arrepentimiento, culpa y no han vergüenza, y hay una capacidad después del hecho, de buscar y planificar una salida que le garantice la vida, y no pudo garantizar una salida para garantizarle la vida al otro, te habla entonces de psicopatología, de personalidad de estructura antisocial.
Dice expertos prevén que para el 2030 el 30% población mundial tendrá problemas se salud mental
Para el psiquiatra José Miguel Gómez es altamente preocupante que, ante el incremento de los problemas de salud mental provocados por la pandemia del coronavirus, en América Latina, y principalmente en República Dominicana, se destine tan pocos recursos al componente de salud mental.
Alertó sobre el hecho de que para el 2030, es decir en la pos pandemia, el 30 por ciento de la población mundial tendrá problemas de salud mental y será la primera causa de discapacidad.
“Los países que invierten poco en salud mental, donde está la República Dominicana, y toda América Latina, la inversión en salud mental es muy pobre, los programas en ese sentido todavía siguen siendo la cenicienta, y en el caso de este país, del presupuesto del ministerio de Salud Pública no llega a un dos por ciento lo que se destina a salud mental”, se quejó el profesional de la psiquiatría.
Gómez sostuvo que lo prudente es que se destine entre el cuatro al seis por ciento del presupuesto de Salud Pública al área de la salud mental.
Criticó que los problemas de atención primaria no han empezado y todavía hay provincias que su población no tiene acceso al trabajador de salud mental.
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“Toda la línea de la frontera, Pedernales, Jimaní, Neyba, no tienen programa de psiquiatras ni psicólogos, y todavía hay grandes demarcaciones que han crecido de manera desproporcionadas y sin planificación que carecen de muchos servicios, y entre ellos el de salud mental”, precisó.
Indicó que frente a la cultura de violencia que está afectando al país, que ha desembocado en una paranoia social por el miedo que ha provocado los robos, asaltos, y otros hechos violentos delictivos o social, el Estado tiene que agilizar una política pública eficaz y eficiente en materia de salud mental.
Dijo que debe haber una campaña a través de los medios de comunicación, iglesias, las escuelas, juntas de vecinos, universidades, clubes, y otros núcleos sociales, para enviar el mensaje de paz.
“Hay que enviar ese mensaje de paz, de tranquilidad y de control, de supervisión y fiscalización para que la gente que caminan o deambulan por las calles sientan que están seguras”, sugirió el galeno.