Pueblos de South Carolina se preparan para más inundaciones

Pueblos de South Carolina se preparan para más inundaciones

Sean Nance camina por aguas crecidas con ropas de trabajo tras evacuar su apartamento en la subdivisión de Ashborough, cerca de Summerville, South Carolina, el martes 6 de octubre de 2015. (AP Foto/Mic Smith)

GEORGETOWN, South Carolina, EE.UU. A lo largo de la costa de Carolina del Sur, los vecinos se preparaban para una segunda ronda de inundaciones conforme los ríos crecidos por días de lluvias devastadoras descendían hacia el Atlántico.

En Georgetown, una de las ciudades más antiguas de Estados Unidos, Scott Youngblood colocaba más sacos de tierra el martes ante la puerta de la tienda de muebles Augustus & Carolina en Front Street, una popular calle turístico paralela al río Sampit.

Cada día desde la tormenta del fin de semana pasado —que provocó inundaciones de más de un pie (30 centímetros) de agua en la calle— el agua ha llegado a los sacos de tierra con la marea alta. Los vecinos temen que puedan producirse más crecidas en los ríos Black y Waccamaw, citados como preocupantes por la gobernadora, Nikki Haley.

Ambos desembocan en el condado de Georgetown. Se esperaba que el Waccamaw registrara un máximo de 5 pies (152 centímetros) el jueves sobre el nivel de crecida en Conway, en el condado de Horry.

El Black registró un máximo el martes río arriba, a la altura de Kingstree, de unos 10 pies (304 centímetros) sobre el nivel de crecida, lo que según las autoridades locales batiría un récord. Youngblood espera que las cosas no se pongan tan mal como a principios de semana.

“Esperamos que no tengamos esa combinación de marea y lluvia y eso”, dijo.

“Teníamos muchísima lluvia, pero lo prioritario que pasamos era la masa de agua que venía desde abajo, burbujeando desde debajo del suelo. Tuvimos bastantes daños”.

Tom y Christine Doran, profesores retirados que se mudaron hace poco a un apartamento frente al río en Georgetown, estaban moviendo sus pertenencias el martes tras cuatro días de luchar contra la lluvia y las mareas.

“La primera inundación fue el sábado por la tarde y nos mantuvimos a la altura con una bomba de agua, y pensamos `Lo tenemos controlado”’, comentó Tom Doran.

“Después empezó a entrar por todas partes. Estaba demasiado alta. Cada tarde con la marea alta se inunda hasta cinco pulgadas”.

Tras sobrevolar las zonas afectadas el martes, Haley dijo que si bien el clima soleado era buena señal, el estado aún debe ser prudente. “Vamos a ser extremadamente prudentes. Seguimos esto minuto a minuto”, dijo la gobernadora.

Podrían necesitarse evacuaciones en la costa por los ríos crecidos por la tormenta, que ha matado a 15 personas en South Carolina y a otras dos en North Carolina. Es demasiado pronto para estimar los daños en el estado, dijo Haley, que consiguió rápidamente una declaración de desastre del presidente, Barack Obama, para liberar dinero y recursos. Distribuir agua potable era un desafío.

Hasta 40.000 viviendas se quedaron sin agua corriente en la zona en torno a Columbia y el alcalde, Steve Benjamin, dijo que probablemente 375.000 clientes tendrían que hervir agua antes de beberla o cocinarla “durante algún tiempo”.

Por su parte, el suministro eléctrico volvía a la normalidad después de que casi 30.000 clientes se quedaran sin electricidad. Reparar carreteras y puentes llevaría más tiempo: unos 200 ingenieros inspeccionaban más de 470 puntos que seguían cerrados el martes, incluidos algunos tramos de la Interestatal 95.

Para el martes por la noche, esa cifra había caído a 436, dijo en un comunicado el Departamento de Transportes de South Carolina.

Contribuyeron a este despacho los periodistas de Associated Press Jeffery Collins en Columbia, South Carolina; Susanne M. Schafer en Columbia; Emery P. Dalesio en Effingham; y Meg Kinnard en Blythewood, South Carolina.