Ciclón tropical es el nombre genérico que engloba tanto a las depresiones tropicales, tormentas tropicales y los huracanes.
El término se usa para referirse a un sistema tormentoso caracterizado por una circulación cerrada alrededor de un centro de baja presión que produce fuertes vientos y abundante lluvia.
Es decir, estos últimos tres son ciclones tropicales que se diferencian unos de otros en la intensidad de sus vientos máximos sostenidos, dicho de otro modo, una depresión tropical es un ciclón tropical con vientos máximos sostenidos de 63 km/h, una tormenta tropical es también un ciclón tropical con vientos máximos sostenidos entre 63 km/h y 118 m/h y finalmente un huracán es de igual manera un ciclón tropical con vientos superiores a los 119 km/h o mayor.
Según donde ocurran, se les puede llamar: “huracán”, en el océano Atlántico o en el Pacífico oriental; “tifón”, en el Pacífico Norte occidental; “ciclón”, en la bahía de Bengala y el mar Arábigo; “ciclón tropical severo”, en el Pacífico y el sureste del Océano Índico; o simplemente «ciclón tropical» en el suroeste del Océano Índico.
Se estima que en los últimos 50 años, 1.942 desastres han sido atribuidos a ciclones tropicales, «que se han cobrado la vida de 779.324 personas y han causado pérdidas económicas estimadas en 1.407.600 millones de dólares estadounidenses”, según la OMM.
El proceso de formación es el mismo para todos estos fenómenos: “el aire cálido y húmedo sobre el océano asciende desde cerca de la superficie y provoca una zona de menor presión atmosférica por debajo”, explica la NASA, que añade que «el aire de las zonas circundantes con mayor presión atmosférica empuja hacia la zona de baja presión» y, entonces, «ese aire ‘nuevo’ se calienta y humedece y también asciende».
A medida que ese aire caliente sigue subiendo, «el aire circundante se arremolina para ocupar su lugar» y, mientras el aire caliente y húmedo asciende y se enfría, se forman nubes. «Todo el sistema de nubes y viento gira y crece, alimentado por el calor del océano y por el agua que se evapora de la superficie».
Cuando estas tormentas se forman al sur del ecuador, giran en sentido de las agujas del reloj, mientras que las del norte del ecuador lo hacen en la dirección contraria.