Por Dr. Altagracia Páez
Hay diferentes tipos de niños mal comedores: algunos bebés que les cuesta comenzar con la alimentación complementaria, niños que comen de todo pero en pocas cantidades, otros que son selectivos y sólo quieren ciertos alimentos, etc.
Recomendaciones para mejorar la alimentación de nuestros hijos:
- No obligar a comer. No regañar, obligar a comer o pasar horas sentado en la mesa hasta que coma lo que tiene en el plato. Crear este drama durante las comidas les provoca estrés, ansiedad y malestar.
- Evitar comida rápida, chatarra y procesada. Estos alimentos son poco nutritivos pero muy saciantes y hasta cierto punto adictivos. Si meriendan con dulces o jugos puede ser que coman poco en una comida principal.
- Evitar picar entre horas. Les puede quitar el hambre a la hora de comer, especialmente si los snacks son azucarados e hipercalóricos. En niños que comen poco o mal, es mejor limitar las comidas a las tres principales.
- Duración comidas promedio de 30 minutos. Sin apresurar, pelearle, castigarle para que coman rápido, ni dejarle frente al plato frío durante horas hasta que lo acabe todo. No hablar del tema ni exteriorizar nuestra frustración delante del niño. Cuando se acabe el tiempo de comer, no ofrecer más comida hasta la siguiente.
- Evitar mirar pantallas durante las comidas. Esto provoca distracciones y hace que algunos niños coman más de lo necesario y otros duren mucho comiendo. Al comer se debe prestar atención a lo que se está haciendo y con quien se está compartiendo.
- No menús especiales. No forzarles a comer algo que no les gusta, ni tampoco darles siempre sus platos favoritos. Involucrarlos en la elaboración de la comida y prepárales platos visuales y sabrosas es una estrategia para que coman aquellos alimentos que normalmente rechazan. Lo importante es una alimentación variada.
- Igual que los demás. Cuando son pequeños se puede trocear los alimentos para evitar atragantamiento. Al crecer, necesitan aprender a masticar y a comer por sí mismos. No dejar solo mientras come ni darles alimentos que puedan ser peligrosas. Enseñarles a desarrollar herramientas ofreciendo el mismo menú de toda la familia.
- Evitar recompensas/premios. No castigar por no comer ni recompensar por hacerlo. Este método es confuso y no favorece a largo plazo. El niño tiene que aprender a comer porque es necesario para estar sano y fuerte.
- Comer en familia. Los niños deben comer con el resto de la familia. Cuando comen mal y sus padres le dan la comida, lo entretienen y se pasan horas con ellos, muchos tenderán a repetir este comportamiento con tal de ser el centro de atención.
- Modelar conductas. Los niños copian lo que ven. Para enseñarles a llevar una dieta equilibrada y sana, primero tenemos que seguirla nosotros.
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