Tragedia nacional.- Jaime Tolentino, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Amigos de la Escuela, las considera una tragedia nacional, y es difícil no estar de acuerdo con su diagnóstico cuando ponemos atención a los datos que aporta: durante el 2024, las paralizaciones promovidas por la ADP afectaron a mas de 1.4 millones de estudiantes, con repercusiones “catastróficas” en sus aprendizajes.
Tolentino señala en un documento que envió a los medios que en algunas zonas los estudiantes perdieron hasta 15 días consecutivos de docencia, y es por eso que entiende que es a la sociedad toda, no solo a los padres y tutores de los estudiantes afectados, a la que corresponde poner atención a ese problema y buscar los correctivos apropiados.
Un tarea que, a la luz de los hechos, se ve muy difícil de acometer, pues no parece que haya autoridad alguna con los arrestos suficientes para meter en cintura al sindicato de maestros, el mas grande del país, para colmo convertido en trinchera del PLD y al servicio de sus intereses políticos y partidarios. Eso quiere decir que en el 2025 que apenas gatea los maestros continuarán los paros de docencia, y ni los estudiantes, ni sus padres ni las autoridades educativas podrán evitar que continúen saboteando la educación dominicana, pero también el futuro de miles de estudiantes a los que condena a la mediocridad, ya que serán incapaces de aprovechar las oportunidades que ofrece el cambiante y competitivo mundo en el que vivimos.
Doloroso es tener que reconocerlo, y mucho mas aun tener que aceptarlo como una realidad que no podemos cambiar y a la que tenemos que resignarnos. Esa es la verdadera tragedia nacional, no las paralizaciones de docencia que de manera irresponsable promueve la dirigencia de la ADP, que si ha llegado tan lejos, al punto de convertirse en el principal obstáculo para alcanzar la educación de calidad a la que aspira con todo derecho la sociedad dominicana, es porque por miedo o indolencia se lo hemos permitido. ¿Hasta cuándo?