Qué Se Dice: Alarma innecesaria

Qué Se Dice: Alarma innecesaria

Con una población nerviosa y asustada, casi al borde de la histeria como consecuencia del encierro que impone la cuarentena mientras los boletines de Salud Pública siguen contando muertos y contagiados por el Coronavirus, era previsible que el sorpresivo bloqueo con guardias y policías de los puentes Juan Bosch, Francisco del Rosario Sánchez y Francisco J. Peynado, que unen Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte con el Distrito Nacional, provocaría una estampida hacia supermercados y bancos, pues se asoció de inmediato al rumor de que el Gobierno ampliaría a 24 horas el toque de queda. La explicación que se ofreció fue que con esos retenes de control se evitaría la circulación innecesaria de personas y automóviles, pero horas después los puentes fueron desbloquedos y ayer martes fueron levantados tan pronto se venció el toque de queda. ¿Qué pasó ahí? ¿Quién decidió controlar, más allá del toque de queda vigente, la “circulación innecesaria de personas” para evitar que se expanda el contagio del Covid-19? Eso nunca lo sabremos y de ahí no pasará la cosa, pues esperar esa clase de transparencia de este gobiermo es pedir demasiado. Pero la alarma que provocó en la población ese bloqueo, unido al rumor de que se impondría un toque de queda total e indefinido, rompió el aislamiento social con el que las autoridades pretenden contener la expansión del virus, poniendo en riesgo la salud de los miles de personas que se aglomeraron en esos establecimientos. Es evidente que el Gobierno no puede controlar los rumores ni las noticias falsas, que advirtió con sancionar de manera drástica con todo el peso de la ley, pero sí puede evitar que sus acciones contribuyan a sembrar el desasosiego, como ocurrió el pasado lunes con el sorpresivo bloqueo de los puentes que dan acceso al Distrito Nacional, en una población que por culpa del Covid-19 está viviendo una auténtica pesadilla.