A propósito de la guerra no declarada por Rusia contra su vecino Ucrania en la cual esa potencia “cogió piedras para los más chiquitos”, es bueno resaltar quienes pierden con motivo de conflictos bélicos entre uno o más estados.

Debemos señalar, que en los países donde es obligatorio el servicio militar, si los que están en ese estatus tienen la desgracia de que se inicie una guerra entre su país y un agresor, de seguro, esa juventud que está recibiendo entrenamiento militar, serán los primeros en ser enviados al frente. Dada su juventud e inexperiencia, de seguro muchos de ellos caerán en batalla.

Las madres, esposas y novias de esos combatientes, muchos de ellos en plena juventud, llorarán desconsoladamente la partida a destiempo de este mundo, de sus seres queridos, por culpa del afán de lucro de empresarios guerreros y de políticos ambiciosos.

En mi tiempo de estudiante en los EE. UU., en la academia que estudiaba en New York, llegaron becados dos alumnos de origen puertorriqueño que habían combatido en la Guerra de Corea que se inició el 25 de julio de 1950 y terminó en 1953. Estos habían formado parte del batallón 65 de Infantería cuyos componentes era puertorriqueños. Estaban al frente, cuando un millón de chinos y coreanos del Norte, irrumpieron y traspasaron el Paralelo 38. La masacre fue tan grande, que se calcule que solo sobrevivieron un 5% de los boricuas, dos de los cuales, llegaban a la academia en donde yo estudiaba.

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¿Qué tenían de común estos dos imberbes?
Apenas tenía 22 años uno y el otro 23. Al de 22 años le había explotado una mina terrestre y le había dejado la mitad de la cara azulosa, lo cual le causaba un complejo cada vez que alguien notaba esa anomalía y le preguntaba el motivo. El otro estaba peor, una potente bala le había dado en la parte pantorrilla de su pierna derecha y hubo que cercenarla. Una dolorosa lesión permanente para toda su vida.

Cuando el 65 de Infantería fue desbordado por la horda compuesta por chinos y coreanos del Norte, el general que estaba en comando por las tropas estadounidenses era Douglas MacArthur, quien solicitó al presidente Harry Truman utilizar una bomba atómica tal y como hicieron en Okinawa y Nagasaki que culminaron con la rendición del Japón la respuesta del presidente, fue su destitución.

Ahora, ¿Quiénes ganan en la guerra?
En esta parte de esta entrega solo nos limitaremos a enunciar ciertos emporios fabricantes de armamentos que son los verdaderos beneficiarios de las guerras, ya que ganan con la destrucción de sus armamentos y los ejecutivos de los mismos no corren peligro en el frente.

Fabricantes de aviones y misiles de los EE.UU., Lockhead, Boeing, Northrop, Rayhtheon, General Dynamics y L3 Harris Tecknologies. En China, Aviation Industry Corporation of China (Avic) y China North Industries Group Corporation. De su parte Francia, Dassaut Aviation Group. Rusia tiene Almaz Avitez que también fabrica cohetes teledirigidos. La Huntington Industries de los EE. UU. se dedica a la confección y armadura de buques de guerra. Terminaremos con Bae Systems que fabrica tanques en el Reino Unido.

Es muy triste y sobre todo doloroso, saber que un pequeño grupo de empresas que se dedican a confeccionar armamentos para la guerra, se beneficien del dolor ajeno, causando la muerte a miles de seres humanos, mutilando a otros y lo peor, desapareciendo muchos cuyos cadáveres no se localizan por el feroz ataque destructivo que borra inclusive, ciudades enteras.

Debemos tener la esperanza, de que la conflagración Rusia-Ucrania no desemboque en una guerra generalizada.

y lo peor del caso, que naciones amigas se involucren para ir en auxilio y pueda degenerar en una guerra mundial. Crucemos los dedos e imploremos al Altísimo para que esto no llegue a suceder.