Loyda Peña 
Ayer fue otro día intenso en la procuraduría general de la República. El procurador Jean Rodríguez no habló, pero sí lo hicieron los tres investigados hasta ahora sobre el destino de los US$92 millones que pagó como sobornos en el país el Consorcio brasileño Odebrecht.
Radhamés Segura. El exdirector ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CDEEE) y requerido ayer por el Procurador, defendió la transparencia del único contrato que firmó con Odebrecht: la Hidroeléctrica de Palomino.
Refirió que dicho contrato fue firmado el 4 de abril del 2005, y que el costo inicial ascendió a UD$225 millones.
“Nosotros no recibimos intermediario alguno. Por lo menos en lo que a mí me correspondió hacer, no hubo intermediación de nadie”, dijo Segura luego de 3 horas y 40 minutos con el procurador general y la titular de la Porcuraduría Especializada contra la Corrupción Administrativa (PEPCA), Laura Guerrero Pelletier.
Aseguró que nunca tuvo contacto con Ángel Rondón, quien admitió haber recibido una cantidad similar a los US$92 millones, pero no para pagar sobornos, sino por servicios prestados a Odebrecht.
Lo llamaron el viernes. El exfuncionario fue requerido por el procurador general el pasado viernes, y acudió al llamado junto a su hijo y abogado Enrique Radhamés Segura Quiñones, y de su cuñado, el diputado Juan Carlos Quiñones.
“Me llamó una persona de nombre Joel Corporán, a nombre del Procurador, para que venga al mediodía (ayer), para una entrevista para hablar del contrato que yo firmé con Odebrecht, y nosotros, respetuosos de la justicia, hemos venido con mucho gusto a la entrevista en la que se nos trató con mucho respeto”, dijo Segura.
Informó que ni llevó ni se le requirió ningún documento, porque entiende que la CDEEE ya entregó toda la documentación pertinente, por un asunto de continuidad del Estado.
“Nosotros estamos en la disposición de colaborar con el magistrado Procurador y con las autoridades de la justicia en sentido general, en todo lo que ellos consideren conveniente; somos gente que hace un libro abierto, no tenemos nada que ocultar, no hemos hecho nada malo”, subrayó.
Agregó que como funcionario que ha sido del Gobierno le tocó asumir cierta responsabilidad de la cual tiene que dar cuenta cuando, como en este caso, se le solicite.
Llevan documentos. Más temprano en la mañana, específicamente a las 9:00, llegó Robert Valdez y María Eugenia Batista, representantes de Odebrecht y de su gerente general Marcelo Hofke, con una caja conteniendo los documentos que dijeron, les requirió el procurador general.
A las 3:25 de la tarde llegó José Antonio Columna, uno de los abogados de Ángel Rondón, arrastrando un maletín negro con los documentos que también le exigió el Procurador. Una hora más tarde se le unió el doctor Antonio (Tony) Delgado.
El depósito de documentos se hizo ante la secretaria general de la Procuraduría, Ena Ortega Lajara, sin la presencia de los periodistas.
A su salida del despacho de la misma, los abogados de ambas partes afirmaron haber entregado todo cuanto les pidió el procurador durante los interrogatorios a que sus clientes fueron sometidos.
Qué se les pidió. A Hoke y a Rondón el procurador le exigió la entrega de todos los contratos firmados por Odebrecht en el país; fechas, montos y formas de pago, y nombres de beneficiarios.
A ambos se les dio un plazo de tres días para el depósito de toda esa documentación, que incluye recibos.
Hofke, Rondón y Segura fueron interrogados como parte de las investigaciones que realiza el MP para determinar quienes cobraron sobornos por obras ejecutó Odebrecht en RD.
