La República Dominicana no resultará afectada por el “Iceberg del fin del mundo” o derretimiento de los glaciales del Polo Norte, debido a que el territorio se levanta tres milímetros al año, mientras el mar crece un milímetro al año.
Eso garantiza que el país no será borrado por las aguas, gracias a la velocidad de las placas tectónicas.
La situación de la República Dominicana es diferente al comportamiento del territorio de Estados Unidos.
Osiris de León, ingeniero geólogo, ambientalista y miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, consciente de los temores que muestran ciudadanos dominicanos sobre las regiones polares y la Antártida, su formación de masas de hielo gigantes, conocidas como glaciares, y que se ha debatido por mucho tiempo, expresa que la prensa internacional ha venido al país varias veces, con muchas preocupaciones ante posible desplazamiento y el aumento de las temperaturas.
“Las preocupaciones son válidas, pero cada territorio tiene su particularidad”, precisó, tras señalar que “hay territorios en subducción, (la tierra baja lentamente) porque la placa tectónica se va hundiendo frente a otra placa tectónica”.
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Explicó que la ciudad de Miami, en Florida, Estados Unidos, pertenece a la placa tectónica de Norteamérica, la cual baja un poco bajo la placa del Caribe, donde se encuentra la República Dominicana.
Con la didáctica que instruía a sus estudiantes de escuela primara, De León afirma que quien vive en Miami va lentamente hundiéndose, pero quien vive en la República Dominicana, Haití, Jamaica o Centroamérica, va lentamente levantándose.
Al fenómeno donde la tierra se eleva más rápido que el nivel del mar atribuye el hecho de las costas dominicanas en el Este, el Norte y Sur, se aprecian en farallones, y el mismo farallón se visualiza en la zona de Manresa, “cuando nos desplazamos por la autopista 30 de Mayo, en el Distrito Nacional”.
Se ilustran farallones o rocas altas que sobresalieron del mar, de acuerdo a el geólogo en el Mirador Sur de Santo Domingo, en la ruta de la avenida José Contreras, y al subir la avenida Máximo Gómez, en el trayecto del Malecón hacia la avenida 27 de Ferrero.
Misma manifestación se observa en las comunidades de Río San Juan, Cabrera y la provincia de Puerto Plata. “Eso quiere decir que el territorio de la Isla Española es en levantamiento y es más rápido que el crecimiento del nivel del mar”.
Destaca que este crecimiento no ocurre así en todo el planeta. Cita el caso del Pacífico Sur, que tiene islas que han tenido que ser desocupadas y su gente reubicadas en territorios distantes, porque el territorio se fue inundando por la combinación de dos factores: el mar subiendo y el territorio bajando.
Variaciones de las placas tectónicas
Se cree que las placas son impulsadas por una combinación del movimiento que se genera en el fondo oceánico fuera de la dorsal.
De León recuerda que el planeta tiene una serie de placas tectónicas y cada una tiene movimiento distinto, en términos de velocidad horizontal y de velocidad vertical, a lo que se debe que unas suban y otras bajen. “Porque tiene haber un equilibrio en el planeta”.
Describe que se hunde más el terreno cercano al borde de contacto de las placas, más rápido que los que se encuentran a su norte.
Analiza que los habitantes de la ciudad de Portland, en el Estado de Oregón y los de la ciudad de Seattle, en Washington, Estados Unidos, corresponden a territorios de la Costa del Pacífico, que se levantan, como la Isla Española.