Julio A. Vargas Jiménez 
Aseguran más de 500 mujeres han muerto por feminicidios desde el 2016.
Hace ya 26 años que el mundo conmemora oficialmente el “Día Internacional Contra la Violencia hacia la Mujer”, y eso incluye a la República Dominicana, que asumió como país miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el compromiso de responder a la invitación que hizo la Asamblea General de este organismo a los gobiernos de los estados miembros, en 1999, para que ejecutaran acciones en aras de concientizar sobre este tema.
Oficialmente, la definición de violencia contra la mujer es: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Para la República Dominicana el compromiso de frenar esta problemática es mayor debido a que para la conmemoración de esta fecha se tuvo en cuenta el asesinato de las hermanas Mirabal en 1960.
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Sin embargo, a más de 20 años en el país aún se sigue esperando que se introduzca la figura jurídica del “Feminicidio” en el Código Penal Dominicano, pendiente de aprobación de su modificación en el Congreso Nacional. Es importante destacar que este concepto se conoce desde 1,801 y ha evolucionado hasta su versión más aceptada del 2013 establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indica que este es el asesinato intencional por el hecho de ser mujer.
En la actualidad, los expertos reconocen seis tipos de feminicidios: 1) feminicidios íntimos; 2) feminicidios perpetrados por familiares; 3) feminicidios perpetrados por conocidos; 4) feminicidios perpetrados por extraños o desconocidos; 5) feminicidios infantiles y 6) feminicidios perpetrados por otras mujeres.
No obstante, en la República Dominicana la mayor amenaza para la integridad física, sexual y psicológica de las mujeres (según las estadísticas) es la violencia ejercida por sus parejas y/o exparejas. Para julio de este 2021 la Fundación Vida Sin Violencia reportó al menos 43 feminicidios, de los que 36 fueron cometidos por hombres con los que las víctimas tenían o tuvieron una relación sentimental, dejando en la orfandad a 47 hijos.
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En relación con el 2020, la cifra de feminicidios aumentó en el mismo periodo, ya que para la misma fecha se habían reportado 36 asesinatos de mujeres. Asimismo, un estudio del Observatorio Político Dominicano (OPD), indica que en los últimos cinco años en la República Dominicana ocurrieron 486 muertes de mujeres bajo esta tipificación y que entre 2019-2020 hubo 166 asesinatos de mujeres.
En este sentido, la coordinadora de la Unidad de Poder Legislativo del OPD, Flor Batista Polo, quien ha trabajado con estas estadísticas desde hace varios años, reveló que República Dominicana es desde el 2014 uno de los países de América Latina con la tasa más alta de feminicidios.
Batista Polo aseguró a Hoy Digital que desde 2016 y hasta junio de este año en el país han muerto por feminicidio, al menos en los registros del Observatorio, 529 mujeres (adolescentes y jóvenes), 115 entre el 2020 y los primeros seis meses del 2021 cuyo 90% de los casos se dieron durante la pandemia de la COVID, es decir, del 1 de marzo del 2020 hasta el 30 de junio de 2021.
«Es importante precisar que este incremento también implica que probablemente al finalizar este año las cifras de feminicidios superen los números registrados durante 2020, esto habla de la necesidad de restructurar las políticas públicas reactivas y la implementación de políticas públicas preventivas tendentes a la reducción de las cifras», dijo Polo.
¿A qué se debe?
El catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y psicólogo clínico y social, Joel De la Rosa, enfatiza que la problemática de los feminicidios en el país se ve agravada porque sus principales causas no se atacan de manera directa, sino que, las autoridades se enfocan en otros aspectos que «No necesariamente» disminuyen dichas causas.
De la Rosa, indica que situaciones como el deterioro del Sistema Educativo, de la estructura familiar y el Sistema de Consecuencias tampoco están enfocados en la reducción de la violencia.
«Sin embargo, lo que hay que atacar de manera frontal es la violencia en sentido en sentido general, porque el todo es más importante que la suma de sus partes. Si nosotros no atacamos de manera general el tema de la violencia, nunca se va a terminar ni la violencia contra la mujer, contra el hombre, contra los niños, contra los ancianos, la violencia domestica, la cotidiana, la física, psicológica y emocional sin un enfoque general», dijo.
Enfatizó que es necesario modificar el discurso de que el problema está en el apoyo cultural que tiene el hombre para disponer sobre la mujer, y empezar a ver el panorama de manera más amplia. Además, llamó a revisar la publicidad y el marketing que se emplea para crear conciencia sobre la causa debido a que el mensaje no debe ser atacar al hombre.
Otros profesionales de la conducta humana coinciden que culturalmente las mujeres dominicanas han sido sometidas a violencia tanto física como emocional, psicológica y económica en un ciclo que culmina, en la generalidad de los casos, con la muerte de las féminas.
Abogados consultados aseguran que la problemática de la violencia contra la mujer en el país se debe a las debilidades del sistema de justicia de la República Dominicana, por la inacción de las autoridades que en la generalidad de los casos no dan seguimiento a las víctimas que se atreven a denunciar la violencia de género y que se ven expuestas y desprotegidas ante sus agresores.
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Además, los juristas enfatizan que se hace necesario dotar de un marco jurídico adecuado para enfrentar la problemática debido que en el país este tipo de crimen se juzga como un homicidio u homicidio agravado con una pena que contempla de 15 a 20 años.
No obstante, otros países de América Latina como Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela reconocen el asesinato de una mujer como feminicidio (con diferentes tipología) y los condenan desde 10 años a cadena perpetua.
Asimismo, diversas organizaciones sociales han indicado que durante la pandemia de la COVID-19 las mujeres en la región de América Latina se vieron más expuestas a las agresiones de sus parejas por el confinamiento, aumentando así, la violencia de género y en consecuencia los feminicidios.
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Esta situación empeoró porque, mientras la violencia de género crecía por el confinamiento, las denuncias de estos episodios se disminuyeron debido a que las medidas de restricción impuestas para contrarrestar el virus de la COVID en la región imposibilitaron que las víctimas acudieran ante las autoridades o instituciones destinadas para registrar, perseguir y castigar estos crímenes.
Decenas de estudios sobre los feminicidios en la República Dominicana han identificado una serie de factores que influyen de manera directa o indirecta en la muerte de mujeres a manos de sus parejas o exparejas; entre los que se encuentran la diferencia de edades, las condiciones socioeconómicas de las parejas e incluso el nivel de educación entre ellas, por lo que se ven envueltas en un círculo de violencia que va desde la económica hasta la física.
Mientras conmemoramos este 25 de noviembre el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, otra vez, seguimos esperando que se pase de la concientización a un verdadero régimen de consecuencias para los victimarios y la protección para las víctimas, mientras rezamos para que aquellas que viven esta situación actualmente no mueran antes de ser escuchadas por alguien que les pueda brindar una mano amiga sea del Estado Dominicano o no.
Si tú conoces a una mujer que es víctima de violencia, o tú eres víctima de ella comunícate a la línea de ayuda *212 dónde te brindarán ayuda y protección.
