Kiev.- Los rebeldes prorrusos están recibiendo nuevos refuerzos y armamento durante el alto el fuego que rige en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk desde el pasado 5 de septiembre, informó hoy el mando militar ucraniano.
En respuesta, las fuerzas gubernamentales han aprovechado para reagruparse y reforzar sus posiciones de defensa, aunque desde la entrada en vigor de la tregua sólo han respondido al fuego enemigo.
«Los militares ucranianos se encuentran listos para cualquier acción», destacó.
Además, denunció que Rusia ha concentrado unos cuatro mil soldados con armamento pesado en la frontera entre la península de Crimea y el resto de Ucrania.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, adelantó esta semana que Moscú incrementará su contingente militar en Crimea debido al aumento de la presencia militar extranjera cerca de las fronteras rusas, en alusión a la decisión de la OTAN de desplegar más fuerzas en Europa del Este.
A su vez, Lisenko aseguró que las fuerzas ucranianas repelieron un intento de asalto en torno al aeropuerto de Donetsk y se incautaron de un automóvil con armas para los rebeldes cerca de Mariúpol, el principal puerto en el mar de Azov.
En los últimos días los combates se han reanudado en las inmediaciones de Donetsk, principal plaza fuerte rebelde, mientras Kiev ha reconocido que 16 soldados y un número indeterminado de civiles han perdido la vida desde la declaración de alto el fuego.
Con todo, tanto las autoridades de Kiev, como los separatistas, la OSCE y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, han reconocido que, a grandes rasgos, los dos bandos están respetando el alto el fuego.
El protocolo de Minsk suscrito por ambos bandos el 5 de septiembre incluye, entre otras cosas, un alto el fuego, el canje de prisioneros de guerra, la apertura de corredores humanitarios y la concesión de un estatus especial a las zonas bajo control rebelde.
El Parlamento ucraniano aprobó esta semana una ley que contempla tres años de autogobierno para las zonas de Donetsk y Lugansk controladas por los rebeldes, que ha sido calificada por Rusia como «un paso en la buena dirección». EFE