Nada ni nadie devolverá la vida a las víctimas del derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, acontecimiento que enluta a un pueblo que, vista la diversidad de los heridos y fallecidos, acudía sin distinción de clases, a divertirse sanamente en un lugar que, a lo largo de los años, se erigió en un ícono del entretenimiento entre los amantes del baile y la buena música.
No obstante, a esta triste realidad, se hace urgente que las autoridades determinen, con precisión y profesionalidad, las causas que provocaron esa lamentable catástrofe para prevenir sucesos similares a lo largo de todo el país tras quedar evidenciada una grave falta de supervisión de las instituciones encargadas de garantizar la seguridad en los centros de diversión multitudinarios.
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En el caso que nos ocupa existen elementos a tomar en cuenta como la denominada “carga muerta” o peso desproporcionado sobre una instalación diseñada originalmente para alojar un cine y en cuyo techo se colocaron grandes aparatos de aire acondicionado y plantas eléctricas cuyas vibraciones, en adición a los altos decibeles de la música, pudieran haber provocado las erosiones que culminaron con el derrumbe del techo.
Mientras tanto, nos unimos al dolor que embarga a los familiares de las víctimas de tan trágico suceso.