Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Esta sentencia se le atribuye al científico alemán Albert Einstein, pero independientemente de que la frase sea o no de su autoría, conlleva un mensaje aplicable a cualquier aspecto de nuestra vida tanto en lo profesional, personal o social. Estoy convencido de que, como entes sociales, debemos vivir en constante observación de nuestro accionar y estar abierto a las sugerencias, críticas y hasta consejos que puedan dirigir hacia nosotros las personas de nuestra confianza.
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En la juventud caemos en el error de sobrevalorar nuestra capacidad de pensamiento y acción cayendo en situaciones difíciles que pudieron evitarse siguiendo un buen consejo de alguien de confianza que quiere lo mejor para nosotros. Esta opinión no se limita a los jóvenes y alcanza a quienes hemos llegado a la adultez con un enorme cúmulo de experiencias que, en ocasiones, nos cierran a escuchar otras versiones, perspectivas o planteamientos que pudieran presentarnos con miras a la solución de un determinado problema.
En estas Navidades y en el año que se aproxima, revisemos nuestro accionar y cambiemos nuestras actitudes negativas en aras de la convivencia familiar y social, escuchando con atención hasta las críticas de nuestros adversarios. ¡Felicidades!