1. ¡Padre perdónalos que no saben lo que hacen! A las potencias causantes de este virus. A los gobiernos que no previeron su contención y propagación. A las autoridades deficientes que creen actuar correctamente. A los que se aprovechan de esta calamidad para sacar provecho político o económico.
2. Hoy estarás conmigo en el Paraíso. Ojalá que los responsables de causar la pandemia y administrar sus consecuencias se arrepientan como el buen ladrón, rectifiquen su proceder y no repitan imprevisiones provocadora de otra crisis, como la económica, de peores consecuencias que la sanitaria.
3. Mujer, he ahí a tu hijo. Independientemente de la vinculación sanguínea y biológica, la pandemia ha contribuido a entender que todos somos hijos de todas, una hermandad entre toda la humanidad. 170 de 189 países han caído en recesión, afectando a más de la mitad de la población
4. ¿Por qué me has abandonado? ¿Será para estremecer nuestros valores, actitudes y conductas que cayeron en ligerezas, boatos y francachelas? Por aquellas autoridades dispendiosas y derrochadoras que sólo piensan en las mieles del poder y que nosotros elegimos prescindiendo de ponderar su capacidad de gobernar para la consecución del bien común?
5. Tengo sed de justicia, al ver que muchos no tienen nada y pocos tienen mucho. Médicos y agentes trabajan sin protección mientras burócratas le estrujan en su cara su sobreprotección al visitar familiares enfermos. Se hacen pruebas a quienes no tienen síntomas y no hay pruebas para quienes los tienen
6. Todo se ha consumado. Todos los reclamos han quedado validados. De haber tenido más institucionalidad, medio ambiente más sano, más agua para lavarse las manos, menos déficit, informalidad, hacinamiento y promiscuidad, basura, drogas, entre otros, hubiéramos encarado mejor la pandemia.
7. En tus manos encomiendo mi espíritu. Para que nos des fuerzas y energías para superar esta calamidad: paciencia y templanza, comportarnos debidamente y precavidos, exigir con respeto actuaciones correctas y previsoras de autoridades, aportar en función de nuestras capacidades.