El Proyecto de Ley de Modernización Fiscal presentado por el gobierno de Luis Abinader continúa generando «malestar» en distintos sectores. En esta ocasión, la exvicepresidenta Margarita Cedeño y el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Francisco Domínguez Brito, manifestaron su preocupación ante los posibles efectos de la nueva propuesta.
En el caso de Margarita Cedeño, cuestionó la pertinencia y el impacto negativo que esta nueva reforma tendría en la vida de los ciudadanos dominicanos.
En su análisis, la exfuncionaria recuerda cómo en 2021 la sociedad presionó al Gobierno para que retirara una propuesta similar debido a las difíciles condiciones económicas que enfrentaba el país. Ahora, cuatro años después, una nueva propuesta ha sido puesta sobre la mesa, lo que obliga, según Cedeño, a hacer preguntas fundamentales sobre la necesidad y el destino de estos ingresos adicionales para el Estado.
“Nos toca evaluar si esta reforma permitirá financiar las obras y servicios que el país requiere para aprovechar su potencial en turismo, zonas francas y exportaciones”, expresó Cedeño.
Asimismo, se preguntó si esta propuesta contribuirá a mejorar la calidad de vida de los dominicanos y fortalecer a la clase media, señalando que “debemos cuestionar si estamos pagando por mejores infraestructuras, una educación de mayor calidad o simplemente para cubrir el alto endeudamiento del país”.
La exvicepresidenta también hizo un llamado a la reflexión, instando al Gobierno a definir claramente hacia dónde debe dirigirse el modelo de desarrollo de la República Dominicana antes de imponer nuevas cargas fiscales que agravarían la situación económica de la ciudadanía.
Cedeño concluyó comparando al Estado con una empresa, cuestionando la gestión de los recursos y sugiriendo que, si fuera evaluada como una compañía privada, el Consejo Directivo se preguntaría en qué ha gastado el Gobierno y si el presupuesto adicional realmente tiene un propósito claro y beneficioso para la nación.
Por su parte, Francisco Domínguez Brito manifestó que antes de proponer nuevos impuestos, es fundamental que el gobierno ponga orden en su administración, evitando el caos, el desorden y la anarquía en el gasto público.
Señaló que en los últimos cuatro años, la nómina pública ha crecido en más de 120 mil millones de pesos, incluyendo incrementos salariales desproporcionados y plazas innecesarias conocidas como “botellas”. Además, denunció que dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y allegados han recibido pensiones que, en conjunto, superan los 25 mil millones de pesos, situación que considera injustificable.
“Es absurdo hablar de nuevos impuestos cuando se han destinado más de 160 mil millones de pesos en gastos innecesarios, como publicidad para promover a funcionarios en lugar de informar y educar a la población”, afirmó. Según el candidato, el gobierno planea recaudar aproximadamente 121 mil millones de pesos con los nuevos impuestos, lo que es irónico cuando se compara con los despilfarros actuales.
Francisco también mencionó «la mala gestión del sector eléctrico», que ha causado pérdidas por más de 100 mil millones de pesos, y criticó los gastos excesivos en las pasadas elecciones, donde se distribuyeron electrodomésticos y dinero en efectivo.
Para concluir, hizo un llamado al gobierno a retirar su propuesta de nuevos impuestos y, en su lugar, entablar un diálogo con los diferentes sectores del país. “El gobierno debe organizar su casa primero y luego, mediante los consensos necesarios, tomar las decisiones adecuadas”, puntualizó.
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