Reggaeton Violento delirio adolescente

Reggaeton Violento delirio adolescente

POR NICOLÁS GUEVARA Y ALEXIS PÉÑA
Entre el reggae y el circuito de la violencia

En los últimos años en la isla de Puerto Rico se ha ido configurando una nueva manifestación musical denominada “reggaeton”, que en poco tiempo se ha convertido en el género musical de mayor impacto en la adolescencia y la juventud de la región. Su música, lírica, coreografía, símbolos y actores conforman un todo envolvente que hay que valorar junto al contexto en el que se desarrolla. 

El reggaeton es una creativa fusión de rap, hip-hop y ritmos caribeños con un acentuado uso de recursos electrónicos, sobre todo en la percusión, por lo que puede ser considerado como una síntesis musical afroamericana y caribeña. Aunque es un género bastante acompasado y cadencioso, en sentido general el reggaeton sustenta su oferta musical en una coreografía sensual, más que en su calidad literaria o melódica.

Ahora bien, afirmar que la música puede volvernos seres violentos, sería tan absurdo como decir que escuchar una canción sobre el amor al prójimo nos convertirá en el acto en personas más solidarias. Pero, ya Aristóteles consideraba que: “Para demostrar su poder moral, bastaría probar que puede modificar nuestros sentimientos. Y, ciertamente, los modifica.” Él estaba convencido de que: “_nada hay tan poderoso como el ritmo y el canto de la música, para imitar, aproximándose a la realidad tanto como es posible, la cólera, la bondad, el valor, la misma prudencia, y todos los sentimientos del alma, como igualmente todos los opuestos a éstos.” Por tanto, desde hace mucho tiempo se ha podido sostener que por medio de la música se podría reforzar actitudes y patrones de conducta, ya presentes en la sociedad, que afiancen la proexistencia o la nieguen. Una canción no es suficiente, tampoco una incertidumbre con respecto al futuro, mucho menos un trauma familiar o la crisis económica, pero cuando todo eso se junta_

La lírica

Sus composiciones conforman un cuadro de situaciones del joven atormentado por el lado oscuro de la sociedad. Son portadoras de una narrativa que siempre recurre a situaciones marcadas por comportamientos violentos, como las propias del mundo de la droga; y por actitudes que presentan hipocresía y competencia, entre otras.

En el caso de la violencia, por ejemplo, una cantidad considerable de los reggaetones incorporan elementos alusivos a la confrontación armada, y no sólo temáticos, sino también sonoros. Por ejemplo, la manipulación de una pistola o una metralladora como apertura, como sonido independiente que se articula con la música de fondo, una especie de “marcador”, que enfatiza cada verso o estrofa al formar parte de su armonía musical en los períodos de mayor intensidad de la interpretación, por lo que a muchos les resulta imperceptible. Esto se puede apreciar en: Ando loco, de Javier y Altahualpa; Golpe de Estado, de Daddy Yankee; Somos calle, de Master Joe, OJ Black y Chezina; y Andamos prestao, de Lito y Polaco_

El reggaeton se proyecta en un léxico propio de la juventud que sobrevive excluida en la ciudad, con la particularidad de que en este caso se observa una tendencia creciente hacia el angliparla. De manera que, como toda juventud, va creando su propia jerga, sólo que ésta permanece en un universo poco esperanzador de descomposición social, en la que se identifican dos ámbitos en los cuales se sustenta el discurso de los protagonistas del género. El primero, proyecta la vida de una juventud atrapada en el mundo del consumo y el tráfico de drogas, en el que debe sobrevivir a como dé lugar.

El segundo ámbito es el relativo al desenfreno sexual por el cual atraviesan los adolescentes y los jóvenes que aún no han madurado emocionalmente. Esto ocurre en medio de escenarios urbanos violentos, con microcircuitos que a simple vista parecen autónomos, como si escaparan a la regulación del Estado:

“Mami, yo quisiera quedarme / pero la calle me llama. […].2

Hay que destacar que se trata de textos con escasa elaboración literaria, en los cuales se abusa de las repeticiones de palabras, versos y estrofas como si fuesen consignas o letanías, hasta lograr un cierto estado de euforia en los receptores, pues más que ser un estribillo conforman el cuerpo mismo del texto.

Pero la preocupación por la sonoridad va estrechamente articulada a la intención comunicante que toma cuerpo en el texto. Por ejemplo, la simulación del sonido de armas de fuego no se queda en una simple ambientación sonora, pues se llega, incluso, a realizar explícitos llamados a usarla, a matar, así lo evidencia la reiteración del estribillo de uno de los temas de mayor impacto del género en cuestión:

“Sácala, dale, úsala / no le tengas miedo / si es cuestión de morir / primero que se mueran ellos. […].3

En efecto, el eje temático sobre el cual gira casi la totalidad de las composiciones es una permanente incitación a la violencia, con una clara focalización en dos dimensiones de socialización vitales para juventud: la relación de pareja y la vinculación a su grupo de referencia.

La confrontación personal o grupal supone una permanente alusión a pandillas juveniles que se enfrentan en busca de un dominio del territorio y un reconocimiento social que le ha sido negado en una sociedad excluyente y de grandes contrastes. Además de la cita anterior, entre los múltiples ejemplos están los siguientes textos de Don Omar:

“Si fueran tan bravos me dispararan. / Tan machitos que empezaron / pa’ que después se cagaran, pa […].

Lo sexual es la segunda dimensión temática, con insinuaciones sadomasoquista, en una clara manifestación de agresión sexual a la mujer, desde una hegemonía machista que define, incluso, la coreografía en una plena sintonía texto-baile. Generalmente, los textos que abordan esta dimensión tienen una estructura dialógica, hombre–mujer, alusiva a la tradición o estereotipo comunicativo en el acto sexual: la mujer pide, el hombre da:

“–Entonces, mamita qué tú quieres. / – ¡Que te pongas violento! / –Entonces, mamita qué tú quieres. / – ¡Maceta, Papi, maceta!_ 4

Importa decir que aun cuando las temáticas expuestas aluden a cuestiones que afectan profundamente a la sociedad actual (las drogas, la violencia y la degeneración), en general el reguetonero expone sus preocupaciones a partir de una percepción coyuntural, como si éstas no existieran más allá del tiempo de la canción: “Las urgencias desaparecen, la cotidianidad se convierte en un fin. Sólo cuentan el aquí y el ahora. El tamaño del tiempo es el de la sensación inmediata. 5

La coreografía

Otro elemento a considerar es el baile, no sólo el que acontece de manera real en el escenario, sino el de tipo virtual que tiene lugar en los videoclips. Se trata de una coreografía en la que lo erótico y lo pornográfico “se tocan” (nunca mejor empleado el término), en una especie de arrebato hedonista. “Es como hacer el amor con ropa”, dicen algunos.

Un rasgo distintivo del “perreo” –uno de los principales pasos del reggaeton– es que, en sentido general, el rol de la mujer está orientado a estimular o satisfacer al hombre, un macho brutal que ha aprendido en las calles, los medios, el mundo del espectáculo y las imágenes de Hollywood que “Una mujer lo que necesita es que el hombre la acaricie, que la amarre, que le mame hasta los tuétanos, que la suba singando hasta la luna”.6 Pero tal goce será siempre un mito que sólo puede ser realizable en la ficción musical y visual de la canción y el spot televisivo, pues “Ninguna satisfacción basada en la propia decepción es sólida”. 7 Nunca ocurrirá lo mismo con la mujer, que –contrariando a Kierkegaard–, la sumisión parece definir su naturaleza 8. Ella grita pidiendo, rogando que él la posea, mientras su sexo nos apunta amenazador, casi a punto de dispararnos, en una especie de convulsión rítmica. Él, mientras tanto, le pregunta varias veces tratando de confirmar su pedido. Y la canción sigue así hasta concluir en una situación sadomasoquista en la que la mujer implora una relación sexual agresiva y el hombre “todopoderoso”, engañado por su ego, es incapaz de entender su propia trampa.

Los actores y el contexto

Entre la juventud de hoy el ambiente de calle y discoteca ha tomado hegemonía sobre otros espacios de socialización (familia, clubes deportivos, organizaciones sociales, lugares de entretenimiento e instituciones culturales).

Cada vez más las zonas urbanas se van convirtiendo en espacios de tráfico y consumo de drogas, de una vida light en la cual la responsabilidad personal y colectiva se ha reducido al mínimo, lo que afecta particularmente a la adolescencia y la juventud, sectores poblacionales vulnerables, por lo que merecen una atención especial.

Pero son muchos los actores y medios que intervienen en el empuje de un género musical como el reggaetón: los intérpretes, los productores y los empresarios de la industria musical; los radiodifusores, programadores y locutores (algunos de éstos quiebran la profesionalidad al iniciar diálogos insinuantes a los adolescentes y jóvenes que llaman a los programas); los empresarios de la TV, con sus programas especiales; los especialistas en efectos audiovisuales; finalmente, los fans: niños, niñas, adolescentes y jóvenes, los cuales constituyen la población en la que el género musical en cuestión ha tenido su mayor impacto. 

Su impacto

Hoy día los adelantos de la tecnología de la información y comunicación y el contexto de globalización propician las condiciones para convertir rápidamente una manifestación cultural en un fenómeno regional o mundial como es el caso del reggaeton, que continúa su línea ascendente.

En un franco sentido de comercialización, grupos de emisoras se van especializando en la difusión del reggaeton, haciendo de este género el universo de su programación las veinticuatro horas del día. Estas condiciones son un añadido para que el reggaeton haya impactado otros ritmos a los cuales ha desplazado de los primeros planos de popularidad, a la vez que se nutre de la calidad melódica de éstos como son el merengue, la bachata y la salsa, con algunos de los cuales se ha fusionado.

NOTAS:

1. Aristóteles: La Política, libro V (La educación en la ciudad perfecta) capítulos IV-VII, La música como elemento de la educación. Colección autores clásicos, Editorial Universo S.A., Lima, 1977.

2. T TOP – T… – Tego Calderón Lyrics –El desafío– Ft, Don Omar, Wisin y Yandel, Alexis Lyrics.

3. Héctor, el Bambino: Sácala. Tomado de www.lyriczz.com

4. Don Miguelo, uno de los principales intérpretes del género en la República Dominicana.

5. Manuel Matos Moquete: Caamaño: La última esperanza armada.

6. Pedro Antonio Valdez: Bachata del ángel caído.

7. Bertrand Russell: La conquista de la felicidad.

8. Sören Kierkegaard: Diario de un seductor.

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