Con el establecimiento de las relaciones diplomáticas de China con la República Dominicana, este último país da por hecho la ruptura de los lazos con Taiwán, con lo que se suma a otros países como Costa Rica o Panamá que en los últimos años se han desvinculado de la isla en favor del gigante asiático.

En una rueda de prensa en Pekín, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, y su homólogo dominicano, Miguel Vargas, comunicaron que República Dominicana ha decidido poner fin a unos lazos con Taiwán que mantenía desde hace más de 75 años para establecerlos con China.

“La República Popular de China y la República Dominicana, en conformidad con los intereses y deseos de los dos pueblos, han decidido reconocerse recíprocamente y establecer relaciones diplomáticas a nivel de embajador”, señalaron en un comunicado conjunto que firmaron ambos líderes antes de la rueda de prensa.

Con este acuerdo, República Dominicana reconoce el principio de “una sola China”, que establece que el Gobierno de Pekín es el único “legítimo” que representa a toda China y que Taiwán es “parte inalienable” del territorio del país asiático.

Ambos países acordaron el envío mutuo de embajadores a los respectivos territorios, así como ofrecer “toda ayuda necesaria» para la instalación de las embajadas y su puesta en funcionamiento.

Con el establecimiento de lazos bilaterales entre China y República Dominicana, “se abre una nueva etapa estratégica con la mirada puesta a contribuir en el progreso de nuestro pueblo”, destacó Vargas, quien espera que se incremente la cooperación en sectores como “el comercio, el turismo y la financiación».

Wang, por su parte, subrayó que República Dominicana “es la mayor economía de la región centroamericana y caribeña y tiene una gran importancia en los asuntos regionales».

Agregó además que el acuerdo rubricado hoy “es una importante decisión que concuerda plenamente con los intereses” del país caribeño. La ceremonia tuvo lugar en el complejo residencial para huéspedes diplomáticos de Diaoyutai, en la capital del país, en un salón decorado con las banderas de la República Popular China y República Dominicana.