Remember Kosovo

Remember Kosovo

Bonaparte Gautreaux Piñeyro

Mi hijo menor, el hoy general Juan Gabriel Gautreaux Martínez, fue parte de la misión dominicana que participó, a nombre de Naciones Unidas, en la naciente nación de Kosovo.

Exiliados albaneses se aposentaron en la región de Kozovo y como no tienen control de la natalidad, convertidos en ciudadanos con derecho a votar, llegó un momento en que eran mayoría electoral y los yugoeslavos iniciaron una limpieza étnica mediante la cual violaban o preñaban a jóvenes musulmanas-albanesas las cuales eran asesinadas por sus familiares, por razones religiosas.

Los norteamericanos intervinieron, bajo la bandera de Naciones Unidas, apresaron y juzgaron al presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, y crearon la república de Kosovo. Juan Gabriel regresó de Kosovo, con una mejor y mayor comprensión del problema haitiano en nuestro país.

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Duarte lo dijo bien claro: “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria”

El mandato de Duarte es claro: “¿Tienes amigos? prepáralos, porque los días se acercan; procura que no se descarríen, pues va a sonar la hora de anularse para siempre, la hora tremenda del juicio de Dios, y el Providencial no será vengativo, pero sí justiciero”.

Alto y claro el Patricio dijo: “La Nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra Potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña”.

Se teme que la crisis haitiana desemboque en un sunami humano huyendo de la violencia, hacia donde se llega a pie: República Dominicana.

Entre la criminalidad de pandillas sin control y una hambruna, se puede disparar una masa humana que no oye, ni ve, solo siente la necesidad de sobrevivir.

En ese caso, a nuestros soldados ¿se les dará la orden de disparar contra quienes intenten entrar violentamente a nuestro país? ¿Qué harán los países cuyo gran negocio es usar el poder para esclavizar.

“La nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra Potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña”.

No importa quienes calzan las botas de tropas extranjeras en República Dominicana: plomo con ellos. Solo hay un camino, un norte, una dirección, una realidad: vivir sin temor en una sociedad regulada por leyes justas, humanas, aplicables sin abusos, sin arbitrariedades, con autoridades que actúen respetando la Constitución y las leyes de RD.

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