Atenas. Los depósitos bancarios en Grecia bajaron en más de 7.500 millones de euros (8.200 millones de dólares) en febrero, lo que ha hecho aumentar la presión sobre el abrumado sistema financiero del país mientras el gobierno busca lograr un acuerdo con sus acreedores en los próximos días.
El Banco Central de Grecia informó el jueves que los depósitos de personas y empresas bajaron a 140.500 millones de euros (154.200 millones de dólares) a finales de febrero.
Los depósitos se han desplomado en casi 100.000 millones de euros (110.000 millones de dólares) desde el comienzo de la crisis financiera griega en 2010, pero se habían estabilizado en los últimos dos años.
Los ahorristas comenzaron a sacar dinero de sus cuentas nuevamente este año, cuando un partido de izquierda radical ganó las elecciones con la promesa de tomar una línea dura ante las exigencias de los acreedores de implantar medidas de austeridad presupuestaria.
Algunos temían que el enfrentamiento pudiera llevar el país a la bancarrota e incluso que saliera de la eurozona, lo que devastaría el sistema financiero a corto plazo.
El gobierno del primer ministro Alexis Tsipras está en conversaciones con los acreedores europeos sobre qué reformas deben implantarse y ha prometido presentar una lista de medidas para principios de la próxima semana.
Los acreedores quieren aprobar los cambios antes de entregar lo que queda de los fondos de rescate. Grecia está contra la pared porque necesita urgentemente ese dinero: el país enfrenta pagos y renovación de su deuda por valor de casi 3.000 millones de euros (3.300 millones de dólares) en abril, casi todos a mediados de mes.
Al no poder recaudar esos fondos en los mercados de deuda, Atenas depende de los acreedores de rescate para conseguir el dinero que necesita para cumplir esas obligaciones.
El ministro de Economía, Giorgos Stathakis, espera que los prestamistas de la eurozona aprueben de manera preliminar las nuevas reformas en algún momento “de la próxima semana”.
“Creo que se han superado muchas dificultades y que… el entorno político es ahora excelente”, dijo el funcionario griego a la televisora privada Antenna.
El gobierno de Tsipras dice que su prioridad es reformar el ineficiente sistema tributario, y el jueves reanudó conversaciones con el gobierno suizo, después de un año de interrupción, sobre iniciativas para controlar la evasión fiscal.
Jacques de Watteville, secretario Asuntos Financieros e Impuestos Internacionales de Suiza, estaba en Atenas para reunirse con altos funcionarios del gobierno.
“Tuvimos dos horas y media de discusiones sobre la situación en Grecia y los esfuerzos internacionales por combatir los delitos fiscales”, dijo De Watteville a los reporteros en Atenas.
er.com/dgatopoulos