Retornando a las raíces: la cortesía en tu día a día

Retornando a las raíces: la cortesía en tu día a día

Las normas de cortesía, tan valoradas y tan olvidadas, deben ser recuperadas y  mantenidas en estos tiempos en los que pregonamos la importancia de tener  una educación de calidad. En nuestra época contamos con muchos avances tecnológicos y científicos, pero estos no deben opacar los valores humanos y las normas de cortesía; por el contrario, deben impulsar la práctica de estas.

La práctica de las normas de cortesía , suman buenas experiencias en la vida de cada persona, proporcionando placer a quien las cumple. Estas normas nos recuerdan que es tiempo de volver a los aspectos básicos y simples de otros tiempos que a la vez engrandece a la persona.

Es  tiempo de mirar a los ojos a que camina a tu lado y saludar, Es hora de entrar a un elevador y decir “bueno días’’, es propicio dar y enseñar a dar las “gracias”, decir” por favor’, es hora de retornar a nuestras raíces, tiempo de ser corteses en nuestro día a día.

Cuando la prisa le gana a la educación, empezamos a dejar de lado muchos valores importantes y los relacionados a la cortesía fueron algunos de ellos. El ajetreo del día a día en esta sociedad moderna y rápida fue consumiendo el respeto por los demás y arrastrándonos a una rapidez que nos quitó hasta lo cortés.

Es hora de retornar a nuestros valores, a esos principios con los cuales nuestros abuelitos nos educaron, es hora de un empoderamiento desde toda la sociedad, para rescatarlos, desde las familias, los centros educativos, en incluso el gobierno a través de planes de psico-educación de la población, así como tú  y yo que leemos este artículo.

Hablo de normas de cortesía básicas, tales como  ceder el paso a alguien que lo necesite, dar las gracias por un favor, pedir perdón, pedir permiso, sostener la puerta para que otro pueda entrar,  saludar al entrar a un lugar y despedirse al marcharse, hacer contacto visual al hablar con una persona, ser puntual a una cita, devolver objetos extraviados, ceder el asiento a quien lo necesita,  pedir disculpas al afectar a un tercero,  regalar una sonrisa, taparse la boca para bostezar, dar los buenos días, tarde o noche según aplique. Todas estas son normas de gracia y cortesía en peligro de extinción.

Hay palabras y gestos que son mágicos y abren puertas de bendiciones, expresiones de buen comportamiento que muestran respeto y cuidado por los demás, estas se aprenden en el seno del hogar, y de allí la  importancia de como padres busquemos  fomentar estos valores en nuestros hijos.

Los niños no nacen sabiendo las normas de cortesía correctas , nosotros los padres somos los responsables de modelarles el buen comportamiento, asegurando que con nuestra práctica continua, ellos van aprender de nuestro ejemplo, haciendo de estos modales parte su rutina.

La paciencia es parte del éxito en la  formación en modales, los padres debemos entender que con frecuencia tendremos que recordarles a nuestros hijos mientras  integran estos modales a su día a día, recuérdele que la cortesía es un código, un lenguaje que facilitará la interacción con las demás personas que viven en la comunidad.

Detrás de las normas de cortesía, están envueltos un sin número de valores tales como: la tolerancia, la paciencia, la comprensión mutua, el respeto a la dignidad del otro, la paz, el amor al prójimo.

Fomentar en nuestros hijos estos modales y normas en amor, siendo pacientes y constantes, elogiando el buen comportamiento,  los llevará a ellos a integrarse sanamente a la sociedad. La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.