El presidente de la Mesa de la Opinión Cívica y Política Cristiana, reverendo Domingo Paulino Moya, explicó hoy que la ascendencia política y social que se registra en la comunidad evangélica en todo el continente americano, es el resultado de la reacción que ha tenido este grupo de fe ante la promoción y el avance de la agenda GLTB (Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales).
Paulino Moya declaró que la recién victoria en la primera vuelta electoral en Brasil del ultraconservador Jair Bolsonaro se ha visualizado como contundente, gracias al respaldo de la comunidad protestante de ese país Sudamericano quienes han traducido su poder político en un voto conservador, en un país que posee la más alta población evangélica del planeta.
El líder religioso, quien preside el ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna.Inc., dijo que en países como Guatemala, Costa Rica, Argentina y Honduras también han sido determinante el voto de los evangélico para alcanzar la primera magistratura.
Citó que el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, un político que consideró liberal, tuvo que formalizar una alianza con un partido fundado por un pastor evangélico a los fines de asegurarse el triunfo electoral.
Recordó además el precio que tuvo que pagar el ex presidente de Estados Unidos Barak Obama, junto al sector político conservador, por haber «traicionando» a la comunidad de pastores evangélico de ese país, al poner en marcha una alianza con los grupos que promueven el aborto «y la agenda anti valores familiares GLTB».
Agregó que en esa ocasión se llegó incluso a celebrar fiestas en la Casa Blanca, lo que a su juicio forzó al electorado protestante a votar por el hoy presidente de los EE UU.
Paulino Moya entiende que el fenómeno político y religioso evangélico seguirá creciendo en todo el continente, tras indicar que los hombres y mujeres que profesan una fe cristiana y han alcanzado madurez cívica, sabrán poner por encima de sus intereses y emociones el poder de su voto y la conservación de los valores cristianos y eternos.
Puntualizó que en la República Dominicana la comunidad cristiana goza de voces políticas y cívicas con madurez probada que le seguirán orientando para la toma de sediciones electoral, que impida la implementación de la agenda anti-valores que promueven actores políticos criollos, a los fines de instaurar en el país la agenda sodomita y el «crimen» del aborto.
Entiende que el sufragio evangélico del país está compelido a seguir la pauta política que aflora en América Latina, siempre que quiera ejercer un voto consciente y en temor de Dios, apegado al sentir espiritual que mueve al electorado cristiano del continente americano.