Educación en crisis por larga lista planteles con hasta 10 años parados, cierre de colegios y falta docentes; bonos traerían corrupción
La falta de aulas en el sector público incrementa la inscripción de menores de edad en Prepara, un programa de secundaria para formar adultos en siete horas semanales, y provocaría una deserción forzada con la que miles de niños quedarían sin el derecho básico de la educación.
A estas alturas, alrededor de 300 mil estudiantes siguen sin cupo, de acuerdo con datos de las regionales de la Asociación Dominicana de Profesores. El afán de no dejar a nadie fuera, en cumplimiento del lema del Ministerio de Educación, provoca sobrepoblación, que como afirma la docente Ana Romero, es menos mala que no inscribir.
Otros alumnos deberán compartir espacio con personas mayores, una situación que la profesora alerta los desanimaría y atrofiaría su crecimiento emocional, y que contradice la pedagogía moderna, sustentada en el ambiente acorde con la edad.
Las precariedades de espaciosos las agrandan cientos de planteles sin concluir, algunos pendientes de nimiedades y el cierre de 800 colegios, unos por efecto de la pandemia y otros clausurados “porque no cumplían con los requisitos” para operar.
Larga y terrible espera
El clamor recorre todo el país. En el Gran Santo Domingo el grito cubre centros a medio talle desde hace una década como el liceo Arroyo Hondo, de Los Ríos, en el Distrito Nacional. Las protestas han surtido nulo efecto.
Ese mismo tiempo lleva en espera en Santo Domingo Este el centro secundario San Francisco de Asís, en Los Frailes, cuyos estudiantes toman clases en una rancheta y divididos en tres grupos semanales, por la falta de espacios, lo que angustia a moradores como Arlenis Castillo, madre de dos alumnas.
En ese municipio igual está paralizada hace 10 años la escuela básica de Cancino Segundo, y en Santo Domingo Norte la de la Ceiba. Ambos sectores muy empobrecidos y donde cientos han dejado de estudiar por las carencias económicas. En Los Alcarrizos, al lado del ayuntamiento y cerca de una laguna contaminada, una edificación de tres niveles casi lista es dejada deteriorar.
Elías Acosta, presidente de la Junta de Vecinos de la Yagüita, Jardines del Norte, deplora que la falta de los establecimientos primarios Fray Ramón Pané, El Nazareno y el Santaella, trastorne la vida de los estudiantes de cinco sectores marginados distribuidos tres años atrás en sedes co alquiladas a colegios.
Narra que la mayoría recorre hasta tres kilómetros para acceder a clases, por la falta de recursos para pagar transporte, expuestos a vías peligrosas.
El liceo José Francisco Peña Gómez, en Los Girasoles, y la escuela básica Guayubín, en El Tutumo, Arroyo Hondo llevan cinco años sin ver un bloque.
De sur a norte
En el Cibao, la falta de aulas es estimada por la ADP en más de 5, 000. En el Este, el obispo de San Pedro de Macorís, Santiago Rodríguez, denuncia la terrible situación de las familias más carenciadas, obligadas por la pobreza a acudir a recintos estatales, donde tampoco caben, otro modo de excluirlos.
En la parte más paupérrima del país, el Sur, la realidad no podía ser distinta. Allí escasean los planteles públicos y los privados y la deficiencia ronda los cuatro mil salones y fomenta la desesperanza.
El bono y burlas a niños carenciados
Sin claridad aún
Nada está claro todavía con el bono de 500 dólares para la inscripción en el sector privado de los que no tengan espacio en el estatal y dirigentes comunitarios como Elías Acosta temen que sea fuente de corrupción. La ciudadana Ventura Ferreras Guzmán alerta sobre posibles burlas a los niños carenciados que vayan a centros privados, porque estarían en un hábitat y realidad distintos.