En las primeras copas que ganó el Licey, en las décadas del 80 y 90, el estratega Monchín Pichardo jugó un gran papel en la conformación del seleccionado azul.
Los Tigres del Licey, mostrando sus garras a nivel internacional, conquistaron la Serie del Caribe, de 1980, 1985 y 1991, para mantener su dominio en el clásico del Caribe.
El estadio Quisqueya resultó un paraíso para los Tigres ganar su cuarta Serie del Caribe contando con un gran bateo y defensa de Damasito García y Rafael Landestoy, junto a los refuerzos que dieron la talla en la justa celebrada en 1980.
En la Serie del Caribe de 1985, celebrada en Mazatlán México, el estelar lanzador José Rijo, actuando como relevista, se convirtió en el bombero del Caribe, al salvar tres juegos, para acaparar los premios.
Además George Bell, tuvo un bate encendido, mandando la esferide para los diferentes lugares del estadio. En 1991, la serie volvió a Miami y el Licey ganó con la actuación de Henry Rodríguez, Francisco Cabrera, Bernardo Brito, Jerry Brooks, Braulio Castillo, Tito Bell, Gerónimo Peña, Silvestre Campusano, Domingo Michel, entre otros
La tropa azul, que fue estructurada por el gran estratega y exitoso Monchín Pichardo, alcanzó su primera corona de la Pequeña Serie Mundial en su país, en 1980. La fanaticada dominicana disfrutó por todo lo alto el triunfo del combinado azul, que se ha adueñado del clásico de febrero.
Entre sus jugadores estuvieron Damasito García, Rafael Landestoy y los estadounidenses Leo Durham, Rudy Law y Mickey Hatcher.
La tropa azul dirigida por Del Crandall logró la cuarta corona para el combinado. Triunfaron en 1971, 1973 y 1977, con el destacado dirigente Pichardo, como presidente de la delegación dominicana.
La Serie del Caribe regresó a Santo Domingo en la celebración de los 10 años de la segunda etapa del clásico, Licey tuvo la responsabilidad de representar al país.
Con el Licey estuvieron Mike Scioscia y Jerome Dybzinski, dos grandes jugadores defensivos. También llevaron a los lanzadores Gerry Hannahs y Dennis Lewallyn.
De las Águilas estuvieron reforzando con Tony Peña y Miguel Diloné. También reforzaron Joaquín Andújar, Pedro Guerrero, Mario Soto y Silvio Martínez, de los Leones del Escogido.
En estuvieron el dominicano Felipe Rojas Alou, comandando a Venezuela, y Art Howe, a los Vaqueros de Bayamón.
Rijo acabó en Mazatlán 1985
El Licey contó con una constelación de estrellas de lanzadores, para conquistar la Serie del Caribe de 1985, donde el punto más luminoso, fue el estelar derecho José Rijo, quien se adueñó del estadio de Mazatlán, en México.
Rijo, actuando como relevista salvó tres choques de los cinco triunfos que logró el popular combinado, para conquistar la corona. El nativo de San Cristóbal, fue la diferencia y logró dominar a los contrarios en los finales de cada partidos.
La tropa dominicana en la Pequeña Serie Mundial, fue estructurada por el presidente del equipo Monchín Pichardo, quien se convirtió en un “zorro” en este tipo de evento, ya que conocía muy bien el béisbol de invierno del Caribe.
El combinado azul contó con un cuerpo monticular con figuras como Pintacora de los Santos, Balbino Galvez, Tom Brennan, Jeff Keiser, Mike Torres y Brian Holton, para mencionar algunos, quedó por encima de lo que los demás equipos.
Rijo, que en ese entonces fungió como relevista de los Tigres, salvó tres de los cinco partidos que la República Dominicana ganó y fue escogido como el relevista del equipo Todos Estrellas seleccionado por la prensa deportiva, además el Jugador Más Valioso de la justa.
Esta serie estaba supuesta a celebrarse en Santo Domingo, pero debido a problemas económicos y el alto costo del evento, la misma fue trasladada a México.
En el clásico caribeño de 1985, el bateo del toletero dominicano Jorge Bell y del refuerzo Glenn Davis impulsaron la ofensiva quisqueyana, que también contó con Ralph Bryant.