En un mundo donde las sombras del abuso en contra de la mujer aún persisten, María Pérez (nombre ficticio), decidió compartir su experiencia, revelando las cicatrices y la inquebrantable resiliencia que la llevó a superar el trauma. Esta historia busca arrojar luz sobre una realidad dolorosa y desafiante, pero también celebra el poder de la curación y la esperanza.

Ella nos lleva a su pasado, a los 14 años, cuando su confianza se rompió e inocencia fue arrebatada. María, que apenas comenzaba a descubrir el mundo, fue víctima de abuso sexual, lo que creó un fuerte impacto psicológico que duró unos años en su vida.

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Durante este difícil momento la joven nunca dio gritos de ayuda, ya que la vergüenza ,el miedo y el desconocimiento la mantuvieron en silencio que amenazaba con consumirla. La culpa injusta que sentía al ser víctima de abuso la cohibió de aquellos que la rodeaban. No solo la hizo callar, sino que también todo tipo de acto físico la alarmaba. El contacto físico prevenido, al igual que el desprevenido, despertaba las imágenes de la noche marcada.

“Por mucho tiempo sentí vergüenza y sentía que era una posición en la que yo misma me puse, que era mi culpa, pero después de mucha terapia entendí que realmente no era mi culpa. Era una niña de 14 años en papel y 12 años en mente, muy confiada en los demás y que no sentía que ni remotamente pudiese verme en una situación como esa y alguien se aprovechó de ello”, contó María. Sin embargo, luego de unos largos años ella tomó la valentía de pedir ayuda en búsqueda de sanación.

En este momento ella sigue venciendo la lucha, dado que ella está compartiendo su historia con el público, siendo un ejemplo de superación para las demás que actualmente se encuentran en una situación parecida o tienen cicatrices sin sanar.

“Creo que es importante que las personas que se hayan visto en una situación similar entiendan que no es su culpa, que son víctimas y que pueden pedir ayuda, porque siempre habrá alguien dispuesto a ayudar. No estás sola, sé que sientes vergüenza y miedo, pero lo único que puedes lograr pidiendo ayuda, así sea profesional, es darte la oportunidad de una mejor vida ”.

María invitó a aquellos que han sufrido cualquier tipo de abuso a no vivir en la sombra del miedo y la vergüenza, sino a buscar ayuda y romper las cadenas que los atan. Esta historia es una prueba viva de que, a pesar de la oscuridad, siempre hay espacio para la luz y la resiliencia.

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Dónde pedir ayuda

Aquellas personas que han sido o actualmente son víctimas de cualquier tipo de violencia, tienen el derecho de llamar a personas que están dispuestas a escuchar y ayudar. A continuación los contactos necesarios:

Ministerio de la Mujer: Dirección Prevención y Atención a la Violencia

Dirección: Av. Máximo Gómez, Esq. San Martín, #65, Edificio Metropolitano, piso 5, Santo Domingo, Rep. Dom.

Teléfono: (809) 685-3755

Ministerio de la Mujer: Línea de emergencia para denuncias

Tel.: 809-200-7212

Correo: lineaemergencia@mujer.gob.do

Dirección: Ave. Máximo Gómez, esquina San Martín, #65, Edificio Metropolitano, 5to piso, Santo Domingo, República Dominicana.

Llamar al *212 desde cualquier teléfono (Sin cargos)

Día de la No Violencia contra la Mujer

El 25 de noviembre, el Día de la No Violencia contra la Mujer. En dicha fecha, las hermanas Mirabal fueron brutalmente asesinadas por su género y profesión por Rafael Trujillo (1930-1961). Debido a los logros y muerte de estas tres mujeres activistas, la Asamblea General de la ONU en 1993, emitió la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer que define este tipo de violencia como: “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

La violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica, según la ONU, e incluye:

Violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, feminicidio);
Violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético)
Trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual)
Mutilación genital
Matrimonio infantil