En la historia de las relaciones entre la República Dominicana y la República Popular China, Rosa del Carmen Ng Báez tiene un capítulo destacado. Entre 2011 y 2018 trabajó arduamente para allanar ese camino desde el país asiático.
“Fue mucho lo que vi y tuve que hacer hasta que lo logré”, expresa Ng quien escribe sus memorias de sus vivencias en China.
Relata que se sorprendió cuando el entonces presidente Leonel Fernández la designó en 2011 por decreto como representante en China. Poco antes había culminado el proyecto del Barrio Chino, el cual afirma que le hizo destacar como una líder en esa comunidad que tuvo un renacer a partir del mismo.
Rosa Ng de padre chino y madre dominicana, narra que se fue a la República Popular China teniendo en claro que su tarea era compleja por la larga relación que tenía el país con Taiwán. Sin embargo, ya había un intercambio comercial dominico-chino y empresas de ese país instaladas aquí.
“Llego a China con el interés de avanzar en las relaciones económicas, comerciales y políticas mi meta era lograr alcanzar lo que finalmente se alcanzó en 2018”, expresa Rosa Ng, tras reconocer que sus orígenes asiático, el hecho que conociera a líderes del Partido Comunista Chino y que ya había estado en China le ayudaron bastante en el proceso de negociación.
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Sin embargo, reconoce que al principio no fue tan fácil.
“A veces tenía mis bajones porque no todo era color de rosa y me tuve que enfrentar al protocolo. No era fácil a veces aguantar algunas cosas y yo me rebelaba”, relata, tras narrar que en una ocasión en Macao a ella y a los representantes de Panamá y Haití los apartaron del resto de los diplomáticos.
Ella exigió que la regresaran a Beijing, pero ya era muy tarde y el presidente de la conferencia la convenció de que se quedara. Su exposición sobre el país fue muy aplaudida. Se negó a salir en la foto oficial.
Rosa Ng resalta que su batalla era librada en dos frentes y que cuando venía al país se reunía con empresarios quienes apoyaron el proceso. También resolvía los problemas de los exportadores.
Otro elemento que frenó el proceso fue que entre 2011 al 2016 los chinos no querían tener relaciones con el país porque buscaban un entendimiento con Taiwán y en ese ínterin sucedieron hechos como parte del juego de la manipulación geopolítica, señala Rosa Ng.
Inversiones estratégicas
Al ser cuestionada sobre si el país debe estar abierto a permitir inversiones chinas en áreas estratégicas a lo que Estados Unidos se ha opuesto, Rosa Ng considera que las decisiones del Gobierno son de Estado y hay que respetarlas.
Sin embargo cree que las cosas han ido cambiando y el auxilio de China en la pandemia con la venta rápida de 15.8 millones de vacunas ha sensibilizado al Gobierno dominicano en el sentido del manejo de las relaciones diplomáticas.
“Creo que las relaciones están en buen punto de entendimiento recíproco, respetándose mutuamente los países pueden avanzar y desarrollarse. Entonces al final del camino el paso fue importante, históricamente importante, la comunidad china está muy feliz de que se haya dado”, manifiesta Rosa Ng.
Pese al trabajo de Rosa Ng para el establecimiento de las relaciones diplomáticas con la República Popular de China, ella no fue designada como embajadora a partir del primero de mayo del 2018 cuando se adoptó la decisión.