Los ruidos frecuentes a los que son sometidos residentes de los diversos sectores de ciudades como Santo Domingo, Santiago, San Francisco de Macorís y cualquier otra demarcación afectan la salud mental, trastornan el sueño y llevan a la persona a dañar su salud auditiva.
Los doctores José Miguel Gómez Montero, psiquiatra y Freddy Ferreras tratan el tema que mantiene en zozobra a los residentes de barrios de cualquier ciudad del país y hasta de residenciales. La realidad es que el sectores como Villas Agrícolas, los kilómetros de la carretera Sánchez y sectores aledaños a Bella Vista, en Santo Domingo no logran pegar el sueño.
Ruidos que no permiten escuchar, comunicarse y dormir, música urbana al más alto volumen, contenido obsceno, venta de alcohol y todo tipo de drogas ha irrumpido en los barrios y hasta residenciales del país. Santo Domingo es solo un poco de la muestra, se puede observar.
Esta nueva forma de vida ya no respeta los días, puede ser durante la semana y durante los fines de semana, se extreman. Nadie se atreve a denunciar el ruido y el desorden, la gente se ha ido acostumbrando a ese tipo de perturbación.
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Salud mental
Para el afamado psiquiatra, doctor José Miguel Gómez Montero, la salud mental de los moradores de las comunidades está gravemente afectada.
“Esta situación altera la convivencia, el primer modelo de armonía y construcción de cultura del trátame bien y vivir en armonía lo rompe la bulla y los grandes conglomerados”, dijo el profesional de la salud.
Asimismo, analiza que la venta de alcohol, drogas y un estilo de vida de alto riesgo altera la salud mental de los ciudadanos. Santo Domingo y las grandes ciudades con crecimiento periférico sin organización se han vuelto comunidades y barrios de alto riesgo en salud mental.
“Se trata de comunidades que viven en medio del ruido, el hacinamiento, no tienen acceso a servicios básicos de calidad”, explicó Gómez Montero.
Esas poblaciones tienen miedo a ejercer el buen derecho a salir de sus casas para divertirse, temen a que los agredan al llegar.
Alcoholismo, drogas, violencia, pandillerismo, toma de los espacios públicos es lo que prima.
“Cuando una ciudadanía vive en espacios de alto riesgo en la convivencia tiene más padecimientos como trastornos de insomnio, intranquilidad, nerviosismo, intranquilidad, resentimiento, remordimiento y alta tendencia a vida conflictiva, por el estrés”, analizó el profesional. Ese estrés puede ser permanente o crónico. Hay una gran desesperanza aprendida. Una cultura de violencia, frustración y falta de alternativa. Propone que el Estado desarrolle políticas públicas y que la policía haga cumplir normas.
Es necesario romper con la cultura de la vulgaridad, teteo y el conflicto que se maneja a través de la violencia. Ojalá que las autoridades puedan hacer intervenciones y cambiar poco a poco hacia una cultura de paz, asegura Gómez Montero
Salud auditiva
El doctor Freddy Ferreras ha estado siempre preocupado por el daño auditivo que causa a la larga el ruido. El ruido puede ser permanente y continuo y poco a poco irá impactando a ese importante órgano.
El ruido causa sordera y afecta el estado de ánimo, la gente se va convirtiendo en violenta. El ruido afecta el sistema nervioso central y genera graves daños a la audición, señala el especialista, coinciden los profesionales de la salud