Sagrados Corazones: de Jesús y de  María

Sagrados Corazones: de Jesús y de  María

Leonor Asilis

Junio es un mes precioso. Los católicos celebramos nuestra devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.

 En ambos vemos el amor infinito de Dios por la humanidad, encarnado en el corazón de su Hijo Jesús, y el amor maternal de la Virgen María, que refleja la misericordia divina. El uno y el otro, unidos en un amor infinito, nos invitan a la conversión y a la santidad.

En el Sagrado Corazón de Jesús está presente un símbolo de su pasión y sacrificio por nosotros al ver en su imagen herida, que traspasaron su corazón, al morir en la cruz para redimirnos del pecado y, que nos abraza sin condición y nos invita a la conversión.

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El Sagrado Corazón de María, por otro lado, refleja el amor maternal de la Virgen por la humanidad. Su corazón, lleno de compasión y de amor, refleja la ternura de Dios que se inclina hacia sus criaturas. María es un modelo de fe y confianza, que nos enseña a confiar en el amor de Dios, especialmente en momentos de dificultad.

La unión de estos dos corazones representa una unidad poderosa: la unión del amor divino con el amor humano. Seamos sus devotos e imitemos este amor, y así vivamos con un corazón lleno de caridad hacia nuestros hermanos.

 Dios nos ama infinitamente, que nos ofrece su misericordia y que nos acompaña en nuestro camino hacia la santidad. La devoción a estos corazones es una invitación a vivir con un corazón abierto al amor, a la compasión y al servicio de los demás, reflejando así el amor infinito del corazón de Dios.