A veces nos sentimos cansados de hacer siempre lo mismo, de vivir en una rutina permanente como si todos los días fueran iguales. Repetir diariamente cada actividad sin variación, nos va llevando al cansancio físico y psicoemocional. Cuando cada día es igual desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, podemos perder la ilusión de experimentar nuevos retos y de plantearnos nuevas metas; incluso de vivir.
Es importante que nuestros días sean diferentes y que estemos motivados, de lo contrario, podríamos caer en el aburrimiento y en el cansancio emocional; incluso en el desinterés por cualquier actividad y por la vida misma.
La monotonía, la ausencia de variedad o diversidad puede ocasionarnos depresión, dolor de cuerpo y fatiga. Este cansancio por la vida repetitiva puede provocarnos consecuencias emocionales inconscientemente, sin que podamos percibir que las mismas son resultado de la manera invariable en que vivimos.
Una cosas es establecer horario y otra muy distinta es caer en la rutina y en el aburrimiento. Muchas veces hacemos las cosas de la misma manera porque esto nos da seguridad y tranquilidad de que van salir bien, de esa forma evitamos el riesgo de lo nuevo o de lo inesperado; pues nos resulta más fácil lo planificado.
Lo novedoso puede causar miedo y por esto muchas personas caen en la rutina o se escudan en que esa es lo único que pueden hacer o que no hay otra forma o alternativa de vida, y quieren cambiar cundo llega el agotamiento.
Cómo salir de la monotonía
- El primer paso es reconocer que te sientes cansado de hacer siempre lo mismo.
- Analiza que es lo que realmente te desagrada o te tiene cansado.
- Haz un registro de lo que haces cada día, durante una semana; así podrás especificar el motivo de tu cansancio.
- Plantéate las siguientes interrogantes: ¿Qué quieres cambiar? ¿Porque quieres cambiarlo? ¿Cómo lo cambiarias?
- Haz pequeños cambios, realiza cosas nuevas.
- Abre tu mente a experiencias distintas.
- Haz una lista de lo que te gusta y de lo que no, luego empieza hacer lo que sea de tu agrado y que no había realizado.
- Ponte metas realistas y realizables.
- Si siempre come en casa, sal un día a almorzar o a cenar fuera y viceversa.
- Piensa en un hobbies que te guste, investiga sobre el y haz una clase o un día de prueba.
- Sal a lugares diferentes, conoce gente nueva, amplia tu círculo de amigos.
- Escápate un fin de semana y haz algo diferente.
- Sal a un restaurante y ten una velada romántica.
- Reorienta tus tareas diarias.
- Se creativo.
- Disfruta de la naturaleza.
- Duerme y descansa correctamente.
- Practica alguna disciplina deportiva.
- Mantén y una correcta alimentación
- Saca un tiempo para el ocio.
- Deja algo a la improvisación.
- Busca cosas nuevas cada día.
- Encuentra formas creativas y diferentes de hacer tus tareas diarias.
- Revitaliza tu día.
- Sal de la rutina.
- Comprométete con ser feliz; recuerda que la felicidad no es un estadio sino un camino y solo tú puedes elegir ser y hacerte feliz.
La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia