Salen a relucir aciertos del triunfador y supuestas fallas de los vencidos

Salen a relucir aciertos del triunfador y supuestas fallas de los vencidos

El contundente triunfo en las urnas del candidato reeleccionista Luis Abinader permite júbilos en sus parciales mientras en medio del proceso revisor de votos anulados y observados se escuchaba todavía el eco de quienes desde el análisis exigente dicen no encontrar diferencias importantes en las declaraciones de intención y planes a futuro de los candidatos presidenciales de los partidos mayoritarios, vistos sin excepción como esencialmente conservadores con una pobreza de conceptos que aparece entre las posibles causas de una elevada abstención.

Se deplora que además de haber disminuido en el seno de la sociedad dominicana el interés de votar por la falta de propuestas convincentes, persista en muchos ciudadanos una falta de compromiso con los ejercicios democráticos que los liderazgos partidarios no trataron de remediar con exhortaciones motivadoras en vez de apelar a otras formas transgresoras de atraer a la gente a las urnas. Las dádivas, a veces reclamadas a viva voz desde las filas para sufragios, fueron denunciadas por la OEA, igual que la vez anterior de febrero, como acentuadas prácticas negativas aunque en sentido general los procesos resultaran eficientes.

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Hubo poca atención a la advertencia dirigida a liderazgos días antes por la politóloga presente en las ediciones de HOY, Rosario Espinal, de que: «los votos no se recogen como piedrecitas; los votantes necesitan motivación para participar en los procesos y la división del peledeísmo desmotiva esa franja electoral». El peso de la pérdida de seguidores de los dos matices del PLD histórico para que la abstención creciera en este 2024 pareció demostrado el martes: salió a relucir que el candidato a senador del PRM en la provincia de Santo Domingo, Antonio Taveras, obtuvo más votos que Abel Martínez para la presidencia. Un auténtico desplome.

La conclusión a que llegó la analista del periódico El Caribe Yanessi Espinal sobre lo ocurrido es la de que en las elecciones recientes Leonel Fernández y su partido, Fuerza del Pueblo, tenían dos frentes de batalla. «El primero contra el PLD para destronarlo del segundo lugar, y el segundo competir con el PRM por la primera posición en el electorado. Nuestra analista Espinal fue reiterativa con una visión similar. En almuerzo del miércoles con el grupo de Comunicaciones Corripio sostuvo que: «La lucha entre el PLD y la FP no ha terminado; lo único que las elecciones hicieron fue mostrar que en términos electorales Leonel Fernández pudo más que Abel Martínez».

¿TAYOTA QUIÉN?

Burlándose repetidamente del etiquetado puesto en circulación por adversarios que le atribuían una insipidez que mandaba madre, el presidente reeleccionista Luis Abinader presagió, como luego sucedió, que las urnas hablarían por él para mostrarlo como el primer mandatario que más aprobación por votos lograba en los últimos tiempos, negándolo como una figura política desgastada por el ejercicio del poder. Obligando a ser visto como un competidor que acertaba en el forjado de imagen positiva. Minucioso y certero en los discursos y visto favorablemente por su manejo del verbo en el careo con sus iguales en exposiciones por televisión.

Desde las gradas fue vista como una forma innecesaria de Abinader el arriesgar la faja con la aceptación de asistir a un duelo verbal por televisión contra los demás candidatos de relieve, estando certificado por encuestas serias como el seguro ganador de los comicios del 19 de mayo. Sondeos posteriores indicaron que en opinión de televidentes, nadie superó a nadie en lo que, al final de cuentas no resultó un choque de trenes con heridas de consideración para las partes en un dos contra uno. En valoraciones posteriores se consideró de «mucho honor» que el líder del PRM aparezca en la historia como el primer mandatario en ejercicio en aceptar enfrentarse ante la audiencia televisiva a los cuestionamientos de sus rivales, uno de los cuales jamás se acogió a igual reto cuando gobernó por tres periodos y pasó por tres campañas cruciales.

ABINADER ¿FENÓMENO?»

Todo un artículo aparecido en el digital de la BBC Mundo fue escrito por el analista Gerardo Lissandy bajo el título de «El fenómeno Abinader», visto así porque el triunfo que logró como reeleccionista «parece desafiar las reglas de gravedad de la política en América Latina, donde el voto castigo es la tendencia desde hace años». Recordó que el actual primer mandatario pasó de ser un empresario sin experiencia política a ser «un político sagaz, apetente, ambicioso, combativo y además provocador».

Llegó también a la conclusión de que ha ocurrido «la revelación de un nuevo Abinader» antes de poner atención al anecdótico caso de que le colocaran el mote de «Tayota», bautizo que algunos atribuyen al expresidente Hipólito Mejía en situaciones diferentes a las actuales. Lissandy considera que con el peyorativo sello se pretendió asociar al candidato presidencial triunfador con: «un fruto insípido que los dominicanos suelen incluir en ensaladas» y que sus críticos pretendían relacionar con la «falta de sabor y la sosería que creían ver en él».

La sagacidad y combatividad que el analista de BBC Mundo reconoce a Abinader parece confirmada por lo que probablemente muchos dominicanos no sabían: el triunfal candidato del PRM ha contado, para sus dos resultados favorables en las urnas, con el estratega colombiano llamado Mauricio de Vengoechea, al que también se atribuye haber llevado a Leonel Fernández a conquistar su último período presidencial.
En el contenido de una entrevista con Vengoechea que el Listín Diario publicó ayer se informa que éste ha impulsado siete conquistas del poder en América Latina, lo cual fue subrayado por el propio entrevistado informando que: «yo he trabajado con muchos líderes en la vida, pero nunca me había tocado con una persona como el presidente Abinader y lo digo con toda sinceridad». Honesto.

Mientras, a esta altura de los acontecimientos, y pasado el fragor de votaciones, conteos y revisión de votos observados y nulos, en los corrillos comienza la enumeración de algunos desafíos del próximo cuatrienio que incluyen la migración que procede del vecino y empobrecido Haití y los de la economía, pues aunque el Banco Mundial reconoce que la dominicana es dinámica y tendrá en este año un crecimiento superior al 5%, sus «motores» están llegando al límite por baja productividad, escasez de mano de obra y el «impacto de catástrofes naturales».

CRÍTICAS A OPOSICION

Además de atribuirse en sentido general a la campaña electoral una pobreza de contenidos, en el batallar del bloque de adversarios al presidente Luis Abinader resaltaban discursos concentrados en supuestas fallas y errores que no avalaron con premisas contundentes y sin las correspondientes ofertas convincentes de soluciones. Pero además, tales liderazgos no moldearon estrategias a partir de los irrefutables resultados de encuestas serias que adelantaban lo que habría de pasar… y ocurrió.

El sociólogo Cándido Mercedes, en un análisis dedicado al representante de la encuestadora Mark Penn/Stagwell, Bernardo Vega, sostuvo tras el escrutinio que: «Desconocer las encuestas en su valor procesal, metodológico y de competiciones es la más clara obviedad de la vacuidad, como si el simple optimismo de la voluntad se sobredimensionara al optimismo de la inteligencia». Implícita referencia a los liderazgos que exhibían un absurdo descreimiento en los científicos estudios de tendencias.

Resumiendo sus criterios para atribuir errores a la oposición que, a su entender, determinaron el hundimiento de la oposición, el comunicador y crítico Abel Guzmán Then consideró desafortunado que los adversarios de la reelección enfilaran sus cañones contra los programas sociales y pensiones solidarias que ellos mismos crearon «para sus dirigentes y sus hijos» y en atacar las obras en marcha por el respeto de Abinader a la continuidad del Estado.

Les reprochó además el que se pasaran: «dos años atacando a la Junta Central Electoral y al nuevo Tribunal Constitucional, estableciendo una campaña de difamación contra personas honorables como parte de un pataleo anticipado ante los resultados de las elecciones». Y más todavía: se enfocaron «en un discurso de hambre ante el electorado ( ) obviando las medidas (que fueron imprescindibles) para contener la inflación por causa del aumento de las materias primas en los mercados internacionales (ignorando) que la FAO precisó que en el país el hambre bajó de 8.3% a 6.7% y crecieron los empleos».

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