Cada vez que se opera del corazón a un niño o niña que tenía alta posibilidades de morir y, posteriormente, se ve su sonrisa, así como el cambio que implica para su familia, se inunda de alegría la vida del expelotero profesional, David Ortiz.
Ante la pregunta formulada por el empresario José Luis Corripio Estrada, de cómo impacta su vida la realidad externa e interna de esos niños, Ortiz dijo que siempre se interesó por los problemas humanos y sociales, porque así se lo enseñaron los que lo formaron como deportista.
Puede leer: Evalúan daños lluvias Puerto Plata
“Soy una persona como cualquier otra y me gusta ayudar, cada vez que se opera un niño y se ve el cambio, uno se siente alegre”, dijo Ortiz al participar en una entrevista especial con ejecutivos y periodistas del Grupo Corripio.
Lleva dos años viviendo en República Dominicana y en cualquier sitio humilde se encuentra con el familiar de un menor que ha sido operado de corazón abierto. “Eso no tiene madre, la alegría de saber que se le devolvió la vida a un niño y a su familia”, comentó.
Ortiz estuvo acompañado de Nelva Peláez, directora ejecutiva de la Fundación y de los doctores César Herrera y Rebeca Pérez, director del Cardiovascular del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat) y directora del programa de Pediatría Cardíaca del centro. En el país han sido operados, con apoyo de la Fundación, 1,611 niños.