Los manicomios han sido cerrados en la mayor parte del mundo para dar paso a las llamadas “Unidades de Salud Mental” en los hospitales públicos.
En los centros destinados a personas con problemas mentales se violaban los derechos humanos, y como las enfermedades mentales no son de igual diagnóstico para todos los pacientes, la atención a los distintos trastornos merece, en la mayoría de los casos, un cuidado personalizado.
Las enfermedades mentales son muy variadas y muchas están determinadas por factores genéticos y otras por el medio donde se desarrolló el individuo. A los enfermos mentales se les llamaba “locos”, pero cualquiera es un loco hasta de amor.
En los últimos años se han incrementado debido a la pandemia, de la misma manera que el suicidio, principalmente en adolescentes y algunos adultos que, según expertos consultados, “son personas con una visión negativa de la vida y el porvenir.
Una señal de enfermedad mental es la falta de sueño, según explicó la doctora Anya Alcántara en el programa Con el Consumidor; también la ansiedad y la depresión, esta última la más letal de todas, le sigue el trastorno bipolar, que es desgarrador. Estos trastornos son los más frecuentes y se presentan como una marca de la época.
Existe mucha confusión sobre el trastorno bipolar: para algunos la bipolaridad se manifiesta en una persona que cambia de la noche a la mañana su estado de ánimo, pero es una enfermedad mental muy seria porque quien la padece puede caer en un estado de euforia, de ansiedad, puede iniciarse en vicios que nunca había practicado, intento de suicidio, y caída del estado de ánimo, por lo que amerita la intervención del especialista.
Afortunadamente, existen medicamentos para enfrentar los problemas de salud mental, pero no hay suficientes especialistas en el país, y poco apoyo para ayudar a los que las padecen.
En República Dominicana hay unidades de salud mental desde que cerraron el Manicomio; no toda la población lo sabe, pero en los hospitales Moscoso Puello, Darío Contreras, Vinicio Calventi, así como en las provincias Barahona, San Juan, Puerto Plata, San Francisco de Macorís, Santiago, Monte Plata, Azua y Monte Cristi, ofrecen servicios para los enfermos mentales, pero estos espacios no dan abasto a la gran demanda y la mayoría de los pacientes deben acudir a los servicios privados.
Las enfermedades mentales son de alto costo por su complejidad, como lo son los medicamentos para tratar a estos pacientes que, por demás, sufren el estigma de una de sus variantes, sin embargo, no figura en el catálogo de las Administradoras de Riesgo de Salud (ARS).
El Ministerio de Salud Pública debe ponerle atención a la salud mental de todos, y ahora que se discute la posibilidad de modificar la Ley 87-01 de la Seguridad Social, es oportuno que se incluya este renglón de la salud y que se considere como lo que es, una enfermedad de alto costo que requiere mucha atención.
Las enfermedades mentales son de alto costo por su complejidad
Están funcionando unidades de salud mental en varios hospitales de RD
No hay suficientes especialistas y poco apoyo para ayudar a los afectados