Salud Preventiva: Papá fit más que belleza física

Salud Preventiva: Papá fit más que belleza física

Ejercitarse es salud

El ejercicio.
Podría evitar
problemas
graves de
salud en el
hombre

Dra Nalini Campillo
Diabetóloga, Unidad de Pie Diabético del Hospital General de la Plaza de la Salud (HGPS).

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Dra. Nalini Campillo

Llegué al gimnasio a una hora poco convencional. Mucho tiempo sin volver porque, siendo honesta, prefiero la acrobacia en tela de circo. Al llegar me sentí como el primer día de clases presenciales, en un colegio nuevo. Te frena un poco cuando ves todas las miradas sobre ti. La joven en la recepción se da cuenta de mi temor, sonríe, me guiñe un ojo y me señala la caminadora más cercana. Me enseña su funcionamiento y empiezo a caminar.

Todos vuelven a sus ejercicios. Tenía la idea de que el gimnasio estaría lleno de mujeres, más a esa hora. Sin embargo, éramos muy pocas las que estábamos allí y sí muchos hombres entre las edades de 40 a 60 años ejercitándose.

Cuando se analiza la salud masculina, históricamente, el foco de atención se ha puesto en las enfermedades de un solo sistema: el sistema genitourinario.
Entre ellas: la infertilidad, aumento de la próstata, síntomas urinarios y cáncer. Debemos entender que dentro del contexto de lo que llamamos «salud masculina”, la disfunción eréctil puede ser el primer signo clínico de una condición de salud escondida sin descuidar que las etiologías cardiovasculares, la salud mental y las etiologías endocrinas deben investigarse. Un meta análisis reciente que examinaba la predicción de eventos cardiovasculares y mortalidad debido a cualquier causa en los hombres con disfunción eréctil, demostró tener un mayor riesgo relativo combinado para estas 3 condiciones, especialmente en hombres más jóvenes.

Estas patologías se han considerado como enfermedades masculinas para ser tratadas en forma exclusiva por un urólogo. Poco se ha pensado sobre la interconexión que puede haber entre sistemas de órganos y tampoco de qué manera el comportamiento o el ambiente pueden contribuir significativamente en la ocurrencia de estas enfermedades.
Hace más de un siglo, hombres y mujeres tenían las mismas tasas de mortalidad. Hoy en día los hombres viven seis años menos que las mujeres en los Estados Unidos.

En ningún país del mundo los hombres viven más que las mujeres. La morbilidad y mortalidad tempranas tienen efectos perjudiciales significativos en familias, comunidades y economías.

Si detectamos las causas a tiempo, las personas que trabajamos en el ámbito de la salud masculina tendremos la oportunidad de impactar positivamente en nuestra población a nivel social, psicológico, financiero y de salud.

Cualquier iniciativa exitosa de promoción de salud masculina debiera utilizar un enfoque basado en la evidencia que considere factores sociales, culturales y económicos y no solo en el sistema genitourinario. Es necesario redefinir viejos estereotipos de masculinidad en conceptos más modernos que incluyan un estilo de vida sano como el verdadero valor masculino central.

Ser sano e integrar el sistema de atención de salud como un principio de masculinidad es un enfoque nuevo que hace que los hombres tomen posesión de su propia salud.

La educación, investigación y la colaboración interdisciplinaria son necesarias para poder abordar en su totalidad la epidemia de la obesidad, la diabetes y enfermedades cardiovasculares, que están acortando dramáticamente la vida de los hombres en todo el mundo.