El haitiano-chileno Rodolphe Jaar, acusado en EE.UU. de participar en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, se declaró no culpable, como hizo en abril el exmilitar colombiano Mario Antonio Palacios, otro de los tres procesados por la Justicia estadounidense en relación al magnicidio.
Documentos judiciales consultados por Efe indican que Jaar, que fue detenido en República Dominicana y en enero pasado accedió a viajar a Estados Unidos, compareció el miércoles ante el juez Chris McAliley.
La víspera del primer aniversario del asesinato de Moise, que se cumple este jueves y está aún sin aclarar, el haitiano-chileno se declaró no culpable de los cargos de “conspirar para cometer asesinato o secuestro fuera de Estados Unidos y de brindar apoyo material con resultado de muerte».
Según la Fiscalía de EE.UU., aproximadamente 20 ciudadanos colombianos y otros tantos haitianos, el acusado entre ellos, participaron en un complot para secuestrar o matar al presidente haitiano.
En los documentos del caso figura que Jaar admitió en su día en una declaración “voluntaria” haber proporcionado armas de fuego y municiones a los colombianos presuntamente implicados en una operación que, de acuerdo con su testimonio, tenía como objetivo inicial capturar y meter en prisión al mandatario, no asesinarlo.
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Después del asesinato, el acusado supuestamente se comunicó con otro cómplice, conocido en la denuncia como “co-conspirador número 1”, y otros para ayudar mientras se escondían de las autoridades haitianas.
La acusación indica que Jaar estuvo presente cuando el “co-conspirador número 1” obtuvo la firma de un ex juez haitiano en una solicitud por escrito de asistencia para promover el arresto y encarcelamiento del presidente Moise.
En abril pasado, Palacios también se declaró “no culpable” ante un juez de EE.UU. de dos cargos relacionados con el asesinato de Moise, los mismos imputados a Jaar.
Desde Jamaica, a donde huyó después del magnicidio, Palacios pidió en octubre pasado hablar “voluntariamente” con las autoridades estadounidenses, que lo trasladaron después a Miami.
Según los documentos judiciales, Palacios fue contratado para brindar seguridad y participar en una operación en la que iban en principio a “arrestar” al presidente.
Tanto Palacios como Jaar enfrentan una pena máxima de cadena perpetua si son declarados culpables.
Además de ellos, está detenido y acusado en EE.UU. por el asesinato de Moise el exsenador haitiano John Joel Joseph, que fue extraditado desde Jamaica a principios de mayo y enfrenta las mismas acusaciones.
UN CASO SIN AVANCES
Joseph, perteneciente a la oposición política a Moise, escapó de Haití con su familia después del asesinato y fue encontrado por la Policía de Jamaica en una comunidad rural donde habían estado viviendo de incógnito.
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Según la Fiscalía estadounidense, el exsenador alquiló cuatro vehículos que fueron utilizados para el atentado y estuvo presente cuando el “co-conspirador #1” obtuvo la firma de un exjuez haitiano en una “solicitud por escrito de asistencia para continuar con el arresto y encarcelamiento del presidente Moise, además de pretender proporcionar inmunidad haitiana para tales acciones».
El diario The Miami Herald publica este jueves un largo reportaje con motivo del primer aniversario del asesinato de Moise en el que se incluyen entrevistas con dos de los encarcelados en Haití como presuntos implicados en el magnicidio, James Solages y Christian Emmanuel Sanon, ambos haitiano-estadounidenses.
Solages es la persona identificada como “co-conspirador número uno” en la causa abierta en EE.UU. “Verdaderamente desde el fondo de mi corazón, ellos me tendieron una trampa, muy profesionalmente. Tengo la conciencia tranquila, la conciencia muy tranquila de que no hice lo que me acusaron de hacer”, dijo Solages al diario.
El encarcelado no quiso revelar quiénes fueron “ellos” y tan solo indicó que personas no identificadas de “alto rango” lo utilizaron.
En el reportaje, Samuel Madistin, defensor de los derechos humanos y abogado en Haití que representa a dos personas acusadas en el complot, se declara “muy pesimista sobre cualquier evolución positiva de este caso».
“Este caso ya tiene un año y no ha habido un avance notable en la investigación”, dijo Madistin tras señalar que cuatro jueces de instrucción se han retirado desde el asesinato y el quinto, que carece de experiencia en casos de tan alto perfil, comenzó a trabajar en el caso esta semana.