Buenos Aires. La ex presidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) y sus dos hijos deberán presentarse esta semana para ser indagados por un juez que investiga supuestas maniobras de lavado de dinero y cohecho mediante una empresa familiar.
El juez de la causa, Claudio Bonadio, que en los últimos días ya recibió las declaraciones de varios involucrados en el caso, citó para este lunes a prestar declaración indagatoria a Florencia, de 26 años, y Máximo, de 40, ambos hijos de Fernández y del también ex presidente argentino Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010.
Un día después será el turno para a propia exmandataria de acudir al despacho de Bonadio, que ya le procesó en otra causa relativa a contratos de dólar futuro celebrados durante su Gobierno y que en este otro caso tiene en la mira a la firma Los Sauces, fundada por Néstor Kirchner en 2006.
Los Sauces se dedica a administrar activos inmobiliarios de la familia Kirchner y es investigada por presuntas maniobras de lavado de dinero relacionadas con supuestas transacciones con empresarios cercanos al kirchnerismo.
La causa se inició en abril de 2016 a partir de una denuncia de la diputada de centroizquierda Margarita Stolbizer, quien sostiene que Los Sauces recibía, a través del alquiler de propiedades de los Kirchner, transferencias millonarias de parte de esos empresarios, que previamente habrían recibido adjudicaciones de obras públicas con sobreprecios.
Fernández, de 64 años, deberá verse las caras con Bonadio, a quien ha intentado sin suerte recusar bajo el argumento de falta de imparcialidad, en los tribunales federales del barrio capitalino de Retiro, en una jornada que no solo estará marcada por esta comparecencia sino también por protestas sindicales contra el Gobierno de Mauricio Macri.
De hecho, la ex jefa de Estado pidió a los militantes kirchneristas que, en lugar de movilizarse a los tribunales para acompañarla, como lo han hecho en anteriores oportunidades, acudan a la marcha de protesta contra el Gobierno.