Este lunes, inicia la Semana Santa, tiempo en el cual la Iglesia Católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo (NSJ). Cada día de la semana se recuerda un acontecimiento especial que ocurrió en aquellos tiempos, hace más de dos mil años, cuando la muerte del hijo de Dios.

Los días previos al Santo Triduo (los tres últimos días de la semana), en los cuáles mayor sufrimiento se vivió, ocurrieron diferentes sucesos.

Hoy lunes se conmemora la unción de Jesús en casa de Lázaro, realizada por María de Betania, una de las hermanas del resucitado, descrita en el Evangelio de San Juan.

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Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio, según San Juan (12,1-11):

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».

Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.

Jesús dijo: «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».

Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.

Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.

Palabra del Señor

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Viacrucis

Este episodio de la vida de Jesús se recuerda también a través de la Vía Crucis y es cuando en la VI estación: Una piadosa mujer enjuga el rostro de Jesús.