Faltándole apenas dos meses y 21 días para concluir su período de 4 años como diputada de La Vega por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Rosa Amalia Pilarte de López enfrenta a una posible condena de 10 años en la cárcel difícil de revertir, ser una sentencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), que adquiere la autoridad de “cosa irrevocablemente juzgada”.

La legisladora acusada de supuesto lavado de activos producto del narcotráfico, entró a la sala de audiencias donde hizo su defensa, con apoyo de su abogado Luis Feliz.

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Ante los jueces de la 2da sala penal de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) Francisco Jerez Mena, Francisco Ortega Polanco, María Garabito , Fran Soto y Nancy Salcedo la legisladora negó todos los cargos imputados por el Ministerio Público representado por Inocencio Amador Espinosa, Fernando Quezada García y Pelagio Alcántara Sánchez; y resumió la procedencia de su fortuna acumulada, según dijo, durante más de 30 años de trabajo sin descanso, y una herencia de su padre.

“Después de que nosotros fuimos creciendo económicamente, ha pasado el tiempo que Dios nos ha dado la gracia de mantenernos donde nosotros estamos…”, acotó Pilarte.

Fue al referirse al “aparatoso” allanamiento que le practicaron en su casa en La Vega, cuando apresaron a su esposo e hijos, a la diputada le salieron lágrimas cuando dijo: “En el 2020 pasó un suceso muy grande para mi familia: decidimos apoyar a un partido en el cual nos movíamos, y nos mantuvimos en él…”

Agregó que una semana antes de las votaciones “irrumpieron en mi hogar, miles de militares, fiscales, y la prensa reportando muchos sucesos falsos que habían ocurrido en mi casa, desacreditándonos en el país”.

Agregó que apresaron a su esposo e hijos, y los llevaron a un paradero desconocido.