Los hombres menores de 65 años con poca fuerza de agarre tienen una probabilidad significativamente mayor de tener pensamientos suicidas, según un estudio.
La fuerza de agarre es la fuerza utilizada con la mano para apretar o suspender objetos en el aire. Según un estudio realizado por investigadores de la Washington University de St. Louis, Estados Unidos, este tipo de fuerza estaría asociado con pensamientos suicidas en los hombres.
Los científicos se propusieron investigar la asociación entre la fuerza del agarre manual y los pensamientos suicidas en una muestra representativa de la población adulta de Estados Unidos utilizando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés). Las conclusiones fueron publicadas en el volumen número 30 del Scandinavian Journal Of Medicine & Science In Sports.
Para la investigación, se tomaron los datos de la NHANES entre los años 2011 y 2014. La fuerza de agarre en kilogramos (kg) se definió como el valor máximo de la mano dominante. Los pensamientos suicidas se evaluaron mediante una pregunta: “Durante las últimas 2 semanas, ¿con qué frecuencia le ha molestado el siguiente problema: pensamientos de que estaría mejor muerto o de hacerse daño de alguna manera?” y dicotomizado a no (nada) y sí (varios días / más de la mitad de los días / casi todos los días). Se llevaron a cabo regresiones logísticas específicas por sexo para analizar las asociaciones entre la fuerza de agarre y los pensamientos suicidas.
“Se requieren investigaciones futuras para confirmar/refutar nuestros hallazgos y establecer si las intervenciones de fuerza pueden reducir los pensamientos suicidas”, aclararon los científicos (Shutterstock.com)
Los datos fueron analizados sobre un total de 8903 adultos (edad media 47,4 ± 0,4 años). Cada aumento de 5 kg en la fuerza de agarre se asoció con una reducción del 16% en las probabilidades de tener pensamientos suicidas (0,84, IC del 95%: 0,74 a 0,95) entre la población masculina en general. Estas asociaciones fueron más fuertes en hombres de 20 a 39 años (0,83, IC del 95%: 0,70 a 0,98) y de 40 a 64 años (0,73, IC del 95%: 0,63 a 0,85). Por el contrario, no se observaron asociaciones en mujeres de ningún grupo de edad.
Según sus conclusiones, los hombres menores de 65 años con baja fuerza de agarre tienen una probabilidad significativamente mayor de tener pensamientos suicidas que demuestran una relación dosis-respuesta. “Se requieren investigaciones futuras para confirmar/refutar nuestros hallazgos y establecer si las intervenciones de fuerza pueden reducir los pensamientos suicidas”, aclararon los científicos.