En República Dominicana solamente el 10% de la agricultura nacional utiliza un sistema de riego con técnica que creen eficiencia en el uso de agua, esto provoca que el riego agrícola consuma el 82% del agua del país, de la cual el 70% se pierde debido a ineficiencias.
En miras de corregir este problema el Banco Agrícola y la Dirección Ejecutiva de Tecnificación Nacional de Riego (TNR) han desarrollado una alianza para facilitar el acceso de los productores agropecuarios a servicios financieros que les permitan invertir en sistemas de riego tecnificado en sus predios.
Este programa busca optimizar el uso del agua y mejorar la productividad agrícola mediante tecnologías modernas de riego. Se espera que impacte 470 mil tareas de tierra y beneficie cerca de 10 mil productores y sus familias
Con la tecnificación del riego, se espera mejorar la eficiencia hasta un 75%, lo que reduciría significativamente el desperdicio de agua y permitiría un mejor acceso al recurso hídrico para las comunidades y ciudades, explicó el director ejecutivo de la TNR, Claudio Caamaño Vélez.
Resaltó que el Gobierno dominicano ha establecido como meta prioritaria, para el año 2028, la tecnificación del riego en 470 mil hectáreas de tierra, lo que implica una movilización de recursos que supera los 10 mil millones de pesos.
Agregó que en el marco del «Pacto por el Agua», el Estado se ha comprometido a destinar, en un periodo de 15 años, 972 millones de dólares para la innovación en sistemas de riego y en infraestructura hidráulica.
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Este programa también busca alinear estos esfuerzos con financiamientos
El coordinador de proyectos especiales del Banco Agrícola, Steven Baldera Ruiz, destacó que esta entidad desde el 16 de agosto de 2020 hasta el 31 de diciembre del 2024 ha aprobado RD$ 700 millones en financiamiento para sistemas de riego.
El financiamiento está diseñado para adaptarse a las necesidades de los agricultores. La tasa de interés establecida es del 8%, con un plazo máximo de cinco años y períodos de gracia ajustados según el cultivo. “Por ejemplo, para el aguacate, se contemplan dos a tres años de gracia antes de iniciar los pagos, permitiendo a los agricultores pagar el financiamiento una vez que sus cultivos estén en producción”, dijo Baldera Ruiz.
Caamaño Vélez indicó que se implementarán diversas tecnologías de riego según los cultivos y condiciones de suelo, incluyendo riego por goteo, aspersión y microaspersión.
Además, se promueve el uso de energía renovable, como la energía fotovoltaica, para alimentar los sistemas de riego, permitiendo una mayor eficiencia y sostenibilidad.
El programa ha sido implementado en una fase piloto en provincias como Azua, San Juan, Barahona y Neiba. Durante esta etapa, se han trabajado decenas de proyectos, acompañados de capacitaciones para adaptar las oficinas del Banco Agrícola en la gestión de estos financiamientos.
El proceso de implementación del riego tecnificado incluye una preevaluación del Banco Agrícola para verificar la viabilidad del proyecto y un seguimiento en campo para garantizar que los sistemas instalados cumplan con los diseños aprobados.