Aunque todo el mundo es inocente hasta que se le demuestre lo contrario, la acusación está ahí con todas sus consecuencias para el Director Municipal de Bayahíbe, electo en la boleta del PRM, implicado como autor y cómplice de hechos relacionados con el histórico alijo de 9.8 toneladas de cocaína con destino a Bélgica decomisado en el Multimodal Caucedo. Enriquillo Luis Brito, apresado durante los allanamientos realizados como parte del caso bautizado “Operación Panthera”, está acusado junto a su hijo de lavado de activos en perjuicio del Estado dominicano, además de que el Ministerio Público afirma que le ocupó armas de fuego ilegales y evidencias que hacen suponer que era autor y/o cómplice de hechos relacionados al tráfico internacional de drogas y el lavado de activos.

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Repito: al Director Municipal de Bayahíbe hay que presumirlo inocente, y así debe ser tratado por el juez que hoy conocerá las medidas de coerción que solicita el órgano acusador para los siete implicados en la primera fase de “Operación Panthera”. Pero en el mientras tanto, que en estos procesos puede prolongarse durante años, el tribunal de la opinión pública los considera culpables hasta que la justicia demuestre que son inocentes, por lo que no hay manera de resarcir el daño causado a la reputación y el buen nombre de los implicados, sean culpables o inocentes, que en este caso no solo afecta la honra de un funcionario electo sino que también daña al partido político que lo postuló.

Que no es la primera vez, por cierto, que funcionarios electos en su boleta electoral se enfrentan a este tipo de acusaciones. Saque usted la conclusión que usted quiera en atención a sus principios, el partido político con el que simpatiza o al que pertenece; está en todo su derecho. Yo me limitaré, porque me parece más útil, a la siguiente reflexión: si el narcotráfico burla con tanta facilidad los “filtros” de los partidos políticos, ¿Qué podría pasar cuando los candidatos sean independientes y no los controle ni los regule nadie?