Para nadie es un secreto que la juventud en política carga más pesado, y es razonable que esto ocurra, se adicionan varias condiciones que hacen que el trabajo político en la juventud sea más difícil. Siempre estará la frase: “tranquilo todavía hay tiempo para ti”. O la que te dicen: “No te desesperes que no te vas a morir mañana”. Algunos se piensan que las arrugas y las canas nunca llegaran… mientras tanto los años pasan, pesan y pisan.
La juventud esforzada, visionaria y revolucionaria siempre tendrá a su cargo movilizarse, subirse en la patana, correr para aquí, correr para allá, y está obligada a hacerlo, debe usar esa energía que la propia juventud le proporciona. Eso lo sabían bien Los Trinitarios, que junto a Duarte fueron los fundadores de lo que hoy llamamos República Dominicana, y apenas eran veinteañeros y treintañeros. Lo sabían Fidel Castro y los revolucionarios cubanos. Es casi seguro que si el momento en que era necesario “salir” de Fulgencio Batista lo encuentra pasado de edad, no hubiese sido Fidel quien lograre vencer al dictador cubano. Lo sabia Nelson Mandela quien libró la lucha racial más fuerte en Sudáfrica y tal vez en el mundo completo ; si la oportunidad lo encuentra pasado de edad, seguro no hubiera sido Nelson Mandela quien eliminase el Apartheid, sin contar los años que duró encarcelado . Lo sabia Martin Luther King Jr. que cuando fue asesinado a los 33 años, ya había sembrado la semilla de los derechos humanos en toda la población negra de Estados Unidos y también en algunos blancos; seguramente si esa oportunidad lo encuentra pasado de edad, por supuesto que hoy se hablaría de otra persona. Todos estos iconos globales además, de su arrojo, valentía, determinación y enfoque; tenían en común que cuando comenzaron sus luchas eran jóvenes.
Asimismo los jóvenes políticos dominicanos, que son merecedores de puestos del más alto nivel, lo son más aun cuando igual que Duarte, Fidel, Luther King y Mandela; son valientes, con arrojo, enfocados y determinados a luchar sin vacilaciones. Uno de estos jóvenes es Oscar Peralta, quien con la entrega a su comunidad, su pasión por servirle a su municipio, su fiel convicción de que su pueblo natal Sosua, podría convertirse en un polo económico nacional; está decidido a conquistar Sosua. Con determinación y dedicación cada día; nunca solo, siempre acompañado por Jezabel García… Sumando Voluntades.