La falta de conexión a internet obligó a suspender el viernes el reporte previsto respecto de un informe que precisará las causas del deceso del poeta chileno y premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, conclusión que ratificará o desmentirá la afirmación del chofer del vate, que por años ha reiterado que fue envenenado.
El director de comunicaciones del Poder Judicial, Héctor Cruzatt, explicó a la prensa que el encargado de entregar vía internet el informe con la conclusión de un grupo de peritos, el doctor Romilio Espejo, no pudo conectarse porque están en una zona del sur chileno afectada por incendios forestales que interrumpieron las comunicaciones.
La actividad se pospuso hasta una fecha aún no determinada.
El veredicto sobre qué mató a Neruda se conocerá a casi 50 años de su deceso y a 12 desde el inicio de una investigación judicial abierta para corroborar si murió por complicaciones de un cáncer a la próstata o porque fue envenenado, como ha sostenido por casi medio siglo su chofer, Manuel Araya.
Araya declaró el viernes a The Associated Press que confía en que el dictamen respaldará su afirmación de que el Nobel murió luego de que en la clínica en que estaba internado le pusieron “una inyección en la guata (estómago)” que lo llevó a su muerte.
Neruda, que militó toda su vida en el Partido Comunista, murió 12 días después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que derrocó a su amigo, el presidente Salvador Allende. Falleció pocas horas antes de abordar un avión que lo llevaría a un exilio en México.
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Araya ha dicho que el Partido Comunista rechazó por años su versión, la que sólo acogió luego de que una entrevista suya a un periódico mexicano causara un gran revuelo.
La versión oficial de que murió por complicaciones de su cáncer a la próstata fue conocida cuando los militares controlaban el país sudamericano y arreciaban las detenciones y muertes de los partidarios del gobierno de Allende. No fue cuestionada hasta mayo de 2011, cuando el Partido Comunista tras años de rechazos, acogió la afirmación del conductor del poeta y presentó una querella judicial para que se investigaran las causas de su muerte.
El cuerpo de Neruda fue exhumado en abril de 2013 por orden del juez Mario Carroza, un experto en causas de derechos humanos, que decidió indagar las afirmaciones de Araya.
Siete meses después los mismos expertos de Canadá, Chile y Dinamarca —que durante esta jornada revelarán las causas del deceso— señalaron que no habían “agentes químicos relevantes” que pudieran relacionarse con su fallecimiento.
Sin embardo, en esa época el instituto forense chileno carecía de la última tecnología para detectar un envenenamiento que pudo haber ocurrido 40 años antes. El director forense, doctor Patricio Bustos dijo a la AP que sí se hallaron “lesiones metastásicas” producidas por su cáncer.
Reunidos nuevamente en octubre de 2017, en forma presencial o remota, los peritos de Canadá, Chile y Dinamarca informaron del hallazgo en un molar de Neruda de un fragmento de una toxina botilínica –Clostridium botulinum— la que puede llegar a afectar el sistema nervioso y derivar en la muerte.
Añadieron que se realizarían estudios genéticos para “confirmar o excluir la acción de terceros en la muerte del poeta”.
También descartaron que el cáncer y una caquexia (desnutrición severa) como las causas del fallecimiento.
El ex embajador de México en Chile al momento del golpe militar, Gonzalo Martínez Corbalá, declaró en dos ocasiones a la AP que vio a Neruda un día antes de su muerte y que su peso corporal bordeaba los 100 kilos. Martínez habló telefónicamente con AP en 2017, pocos días antes de su fallecimiento.