Temer se cubre las espaldas antes de que explote la bomba de Odebrecht en Brasil

Temer se cubre las espaldas antes de que explote la bomba de Odebrecht en Brasil

Michel Temer, reiteró hoy que los ocho ministros salpicados por declaraciones de exdirectivos del grupo Odebrecht sobre la corrupción que campeó en el país mantendrán sus cargos, a menos mientras no haya pruebas que los incriminen/Foto de archivo.

RÍO DE JANEIRO. – A la espera de que una nueva ola de acusaciones de corrupción impacte en Brasilia de un momento a otro, el presidente Michel Temer se ha construido un búnker para limitar el potencial nocivo que las temidas confesiones de la cúpula de Odebrecht pueden tener sobre su gobierno.

La operación Lava Jato, que reveló el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, lleva sacudiendo a las élites políticas y económicas del país desde hace casi tres años. Pero lejos de calmarse, se espera una nueva escalada próximamente.

Los fiscales están investigando si Temer y muchos otros políticos -varios pertenecientes a su partido, el centrista PMDB-, participaron en la red de sobornos y desvíos multimillonarios de fondos públicos desde la petrolera estatal para financiar sus campañas electorales.

El presidente y algunos de sus aliados están entre los implicados en las confesiones que realizaron 77 exejecutivos de Odebrecht, la constructora que armó un departamento secreto para sobornar a políticos, a cambio de que se reduzcan sus penas.

Las «delaciones del fin del mundo» -como se conocen por su potencial explosivo-, siguen bajo secreto judicial, pero pueden ser divulgadas pronto por el Supremo Tribunal Federal (STF).