Y tienen oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de la vida que viene de Dios, porque
son ignorantes a causa de lo insensible de su corazón. Efesios 4: 18
Cada hombre tiene un propósito que cumplir en Cristo, pero muchas veces se ve limitado por su condición, lo cual hace que permanezca en ignorancia. Entonces pasan los años sin ver resultados, dejando manifestado que no está haciendo lo que Dios le ha encomendado hacer.
Este conocimiento no se aprende en las universidades, centros de estudios o programas de entrenamiento. Por eso, no importa cuántos estudios tengamos; si no tenemos revelación nos quedamos en la ignorancia. Esta puede ser voluntaria o involuntaria. Voluntaria es cuando, sabiendo que tenemos que hacerlo, no lo hacemos; involuntaria es aquella donde se tiene total desconocimiento, hasta que el Espíritu Santo nos lo revela y deja de serlo.
Por eso hay muchos que no avanzan. Se quedan rezagados en el camino, que es Cristo, pues son insensibles de corazón. Esto no les permite que busquen la presencia de Dios para que les sean abiertos los ojos del entendimiento, a fin de que puedan entender su propósito y caminen en pos de Él. En estos casos se evidencia que seguimos igual, porque no le hemos dado el valor que esto tiene para nuestra vida, considerando que lo que conocemos es suficiente y más nada hay que aprender.
Le invitamos a leer: Si permanecemos conectados con Dios, el éxito estará asegurado
Por: Montserrat Bogaert
El éxito no se alcanza fácilmente. Pero no es como piensan los del mundo ni en la manera como ellos lo buscan. Muchos logros se obtienen sin mantener los principios, porque no se alcanzaron de la forma correcta sino aplastando, sobornando, maltratando o haciendo un sinnúmero de cosas indebidas solamente por el hecho de ganar.
El verdadero éxito es el que proviene de mucho esfuerzo, dedicación, entrega, disciplina, compromiso. Tenemos que desarrollar todo esto día tras día sin menguar, apegados a los principios de la Palabra. Tengamos la certeza de que si permanecemos conectados con Dios, el éxito estará asegurado.
Es necesario saber que solos no podemos lograrlo. De ser así, Le robaríamos la gloria a Dios, lo cual es imposible. Pues cada meta que alcancemos ha sido y será por Él. En esto radica el ser una persona con éxito.
Separados de Él nada podemos hacer, dice Su Palabra. Estar con Dios nos asegura que lo que alcancemos no nos llenará de orgullo ni vanagloria, sino guardando nuestro corazón de todo lo que quiera levantarse para que Él no sea exaltado y nos haga creer que no lo necesitamos; porque solos no podemos hacerlo.