La timidez puede definirse como un rasgo de personalidad que afecta a las relaciones personales. Por lo que quienes la experimentan tienen un comportamiento que limita su desarrollo social en la vida cotidiana.
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Por lo general, una persona tímida tiene dificultades en la relación social; Es rígida emocionalmente; tiene un temor acusado y persistente.
Cómo afrontar la timidez
La timidez no tiene por qué ser un problema ni un trastorno psicológico, aunque sí puede dificultar las relaciones sociales, o entorpecer el pleno desarrollo de un niño o un adulto.
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Si es su caso, a continuación 10 recomendaciones que hace Ocu para dejar la timidez en el pasado:
- Practica tú solo, después practica con familiares y amigos. Si dudas o crees que lo harás mal o que los otros se burlarán de ti, pregunta, pídeles que te cuenten qué les parece cómo te comportas en sociedad.
- Ve paulatinamente, y de menos a más. Tanto en la cantidad de contactos o actividades sociales que realizas, como en el número de personas con las que te relacionas cada vez. Empieza por entornos seguros y conocidos, y ampliándolos poco a poco a otros que se salgan de tu zona de confort.
- No fuerces tu avance, pero tampoco lo evites indefinidamente: las conductas de evitación aportan seguridad y control, pero paradójicamente, refuerzan la timidez.
- Identifica qué te ocurre en situaciones sociales: si reaccionas con ansiedad, anticipas el rechazo o la burla de los demás, etc. La ansiedad anticipatoria, esa que se siente ante la perspectiva de algo temido, es muy habitual en estos casos.
- Observa cómo se comportan los otros, qué dicen, cómo manejan los espacios… quédate con algunas pistas y ensaya en casa.
- Utiliza frases, comentarios o temas «llave«, los que te sirven para iniciar una conversación, salir de un silencio incómodo…: comentar sobre un evento deportivo, una serie que has visto, el último libro que te hayas leído…
- En tus relaciones sociales, procura mantener contacto visual (intermitente) y respetar el espacio y turno de palabra de cada uno.
- Expresa tus preferencias, opiniones o necesidades de forma clara, natural y directa, pero sin agredir verbalmente al otro. Empieza por pequeñas cosas y con gente cercana.
- Practica al menos una vez por semana con actividades y encuentros sociales. Conforme ganes soltura, apúntate a alguna actividad o hobby (bailar, senderismo, pintura, etc.). Así, además de practicar, conocerás gente con la que compartirás cosas que te gustan.
- Sé compasivo contigo mismo. Si estas son habilidades nuevas para ti, temidas o por largo tiempo evitadas, es comprensible que no te salgan a la primera, que en algún caso te comportes de forma torpe o brusca, etc. Nadie nace sabiendo: la práctica y la confrontación de tus miedos son los que te llevarán a alcanzar tus metas.
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